Escuché embelesado cuando continuaron explicándome por qué había planeado algunos de mis mayores desafíos. En los días y semanas que siguieron a la sesión con el médium, esta información estaba constantemente en mi cabeza. Me permitió revisar el curso de mi vida y, pude por primera vez, ver un propósito más profundo en las cosas aparentemente malas que me habían sucedido. Para mí, aquello fue una profunda sanación.

Me di cuenta de que aquel concepto podía proporcionar una sanación similar a los demás. Comencé a pensar en escribir un libro sobre ello.

Al mismo tiempo, empecé a tener experiencias metafísicas propias. Me gustaría contarte una en particular que impulsó profundamente mi búsqueda y alteró para siempre mi forma de ver el mundo.

Un día, estaba trabajando en la oficina cuando decidí hacer un descanso y salir a dar un paseo. Mientras vagaba por la acera, me sentí de repente embargado por un sobrecogedor sentimiento de amor incondicional hacia cada persona que veía.

Recuerdo la experiencia con total claridad. La primera persona fue un taxista que, sentado al volante de su taxi, esperaba a que llegara un pasajero. Miré a ese hombre

– un completo desconocido para mí – y sólo pude sentir amor puro e incondicional hacia él. Después, me fije en la peluquería de la esquina. Miré a través de la ventana y vi un barbero que afeitaba a alguien. De nuevo, sentí un amor sobrecogedor por esas personas que no conocía y que nunca había visto antes. Luego, observé una joven madre que empujaba el cochecito de su bebé por la acera. Una vez más, sentí el mismo amor incondicional. Dondequiera que mirara, cada vez que veía una persona, sentía un inmenso amor que fluía sobre mí y a través de mí.

Aunque nunca antes había oído hablar ni había leído acerca de una experiencia como ésa, supe inmediatamente lo que estaba sucediendo: Estaba en elevada comunión con mi propia alma. Era como si mi alma me dijera: «Este amor es lo que realmente eres. Ésta es tu verdadera naturaleza».

Creo que mi alma me regaló esa experiencia porque, al continuar con la investigación y escribir El Plan de tu alma, cada proyecto prenatal que examinaba estaba basado en el amor incondicional. Esto era cierto hasta cuando las almas programaban un papel «negativo» a ser interpretado por alguien.