Meditación, devoción y amor Meditación, devoción y amor Por Teresa León Tener devoción por alguien es tener amor, admiración y hasta veneración por ese ser. ¿Eres devoto de alguien? Algunos son devotos de Jesús, de la Virgen, de Buda, de un maestro. Casi nunca oímos decir a alguien “soy devoto de la naturaleza, soy devoto de la existencia”. Pero bien podríamos decirlo, y sentirlo, si reconocemos a Dios, al creador, en todo lo que Es, en toda su creación. Para algunas personas, su devoción está en el amor y la entrega a su familia. “La devoción es la forma más elevada de amor. La devoción es un modo de mezclarse y fundirse en la existencia. Es perder todos los límites que te separan de la existencia: es una historia de amor. Lo que es el amor entre los individuos, es la devoción entre un individuo y la totalidad” de lo que existe, señaló Osho, maestro espiritual de la India, sobre la devoción. Entrega y recogimiento La devoción es un sentimiento de amor y de entrega a Dios, que experimentamos mejor en la oración que hacemos de corazón, en una plegaria sentida de gratitud por la vida, en los estados de meditación profunda. Cuando estás en meditación “abandonas voluntariamente lo que es mortal en ti”, como dice Osho. En meditación, estás en comunión con tu divinidad, no estás pidiendo nada, no estás en la mente, te entregas al amor, a esa presencia divina. En ese estado puedes sentir que eres parte de esa inmensidad, de esa existencia, que no hay separación. Ese momento se convierte en una experiencia sagrada de devoción. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X