Fuera del entorno escolar, las situaciones sociales, las costumbres personales y costumbres culturales crean un conjunto diferente de obstáculos para practicar el contacto saludable diariamente en la vida de los niños. En algunas culturas, el contacto no se permite en absoluto en público. En situaciones sociales, lo que puede considerarse como contactos normales y cariñosos para una familia, puede ser visto como innecesario y tonto por otra familia. Si alguien utiliza el programa PT, ya sea en una casa particular o en programas escolares, debe tener en cuenta esas diferencias.

Beneficios de un programa de Peaceful Touch®

Dori ha observado los efectos beneficiosos de la enseñanza PT a niños, familias y educadores.

“Cada vez que traigo Peaceful Touch® a los niños y a las familias soy testigo de cómo cambia sus vidas. Es emocionante para mí ver cómo algo tan simple, algo que creemos que ya sabemos, ¡puede ser tan poderoso! Aunque he observado cambios similares a los documentados en los programas suecos: la conciencia corporal mejorada, una mayor autoestima, mayor empatía, una reducción en los niveles de estrés, son los pequeños efectos que son más importantes para mí.

Recuerdo especialmente a un niño en edad preescolar que no quería participar con el resto de su clase. Él me dijo: “¡Es aburrido y es para las niñas!” Todos sus amigos estaban participando y a regañadientes se unió a sus compañeros. Al día siguiente, su madre me contó que había estado pasándola muy mal a causa de migrañas. Su hijo se acercó a ella y le preguntó si le gustaría que le diera un Peaceful Touch® para hacerla sentir mejor. El niño había traído al PT a su casa e incluso había recordado pedir permiso antes de hacerlo. ¡Qué cosa tan hermosa!”

Necesitamos el contacto humano, físicamente, mentalmente, emocionalmente y espiritualmente. Sé que esto ya lo saben mis hijos. Razón por la cual, después de haber herido a alguien, a menudo los abrazamos. Ahora, cuando veo el aumento de tensión entre mis hijas, mi primera reacción no es ver quién tiene razón o quién está equivocada. En su lugar, les pido que paren de hablar, se den un abrazo, y que hagan un dibujo tonto en sus espaldas. La mayoría de las veces, se divierten tanto entre ellas que se olvidan de la fuente de su desacuerdo. Se ponen tranquilas y centradas. Cuando llega el momento para saber de qué se trató el griterío, las niñas son más capaces de contener sus emociones, hablar de la situación y trabajar juntos para encontrar una solución. ¡Imagina lo que un plan de estudios Peaceful Touch® podría hacer por las Naciones Unidas!

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