La araña en el vacío

Por Lisa Rafael

Esta mañana, mientras veía una araña tejiendo su tela delante de la ventana de la cocina, finalmente LO ENTENDÍ de una forma más directa que cualquier mensaje de inspiración, filosofía,  especulación científica, orientación o profecía podría expresar.

La araña comenzó a tejer su tela a partir del lugar donde acaba de caer – sin nada más que el espacio vacío a su alrededor.

Y procedió a tejer, hilo por hilo ¡una tela magnífica! ¿Cómo sabía dónde y cuándo dar la vuelta en ese espacio, en ese vacío? ¿Quién le enseñó  la producción de los hilos, en dónde colocarlos? No había gurús en la vista para decirle “esta es su misión, sigue por este lado, da vuelta hacia acá para que manifiestes todo lo que deseas.” Sin embargo, ella se trasladó con toda seguridad, a raíz de un camino invisible impreso en su memoria celular, genética – su única guía una profundidad inherente.

Nosotros experimentamos el vacío en la meditación profunda, cuando deliberadamente liberamos nuestros apegos a lo material, o en momentos en nuestras vidas cuando estamos despojados de todo lo que creemos, todo lo que teníamos, y todo lo que queríamos. En este año tumultuoso y difícil, muchos de nosotros estamos o estaremos enfrentando el vacío, de una manera u otra. Cuando nos alejamos del caos creado por la ilusión de que nada ni nadie más sabe cómo debemos tejer los hilos de nuestra vida, descubrimos que las instrucciones están ahí, en la profundidad dentro de nosotros, al nivel celular, la sabiduría inconsciente que hizo que llegáramos aquí en este preciso momento de la historia galáctica.

Debido a que he aprendido a confiar en esa sabiduría en mi vida y mis relaciones, lo que surge en cualquier relación… incluyendo las sesiones de sanación y transformación holística y las consultas de comunicación interdimensional, es un misterio hasta que se manifieste. En las comunicaciones interdimensionales se manifiesta a través de la escritura automática. En las sesiones de sanación y transformación holística viene de la propia memoria celular profunda del cliente.

Al igual que una araña, sólo tenemos que conectar con nuestra sabiduría inherente, que Dios nos ha dado, para tejer nuestra red en un diseño humano que es únicamente adecuado para nosotros.