¿Tienes la bendición de tu padre?

Por Michelle Butt

En la antigua China, los decretos y las leyes aprobadas por la máxima autoridad, por lo general el emperador o su representante, se marcaban con un sello o estampa de probación. En honor a esta práctica, hay una zona de la cara que se conoce como la sede del sello, es decir, el lugar donde pondrías tu sello personal de aprobación.

Tu rostro nos cuenta tu historia, tus experiencias de vida, comportamientos e incluso la naturaleza de la relación con tus padres. Hay áreas específicas de la cara que nos pueden contar acerca de tu relación con tu madre y con tu padre. En la lectura del rostro, la zona que se llama la sede del sello ha llegado a ser conocida como la “Bendición del Padre” e indica el espacio entre las cejas. Imagina que dibujas un círculo entre tus cejas que abarca el hueso de tus cejas hasta la parte superior del puente de la nariz.

Si piensas en la naturaleza de un sello de aprobación y el papel ideal que juega un padre en nuestras vidas, entonces puedes ver la correlación entre la práctica china antigua y la indicación de la relación con el padre en este punto en la cara. El papel del padre es guiar al niño en una vida llena de apoyo, confianza y determinación. El padre saludable y bien balanceado le enseñará a su hijo cómo interponga su propio poder y cómo bendecir su poder en el mundo, dándole al niño de su sello de aprobación en su condición de figura de autoridad en la vida de su hijo.

Cuando vemos que el área de la Bendición del Padre no tiene marcas, es decir, no tiene líneas verticales, decoloración, cicatrices o piel desigual, entonces podríamos pensar que esa persona tuvo una figura paterna en su vida que le dio apoyo y bendijo su poder en el mundo. Sí, a veces esta área puede no tener marcas pero aun así no tuvieron la mejor relación con su padre, pero se sospecha entonces que tal vez alguien más entró en escena y llenó el papel de autoridad o que encontró una manera de bendecir a su propio poder en el mundo. Cada caso es individual, pero más a menudo que no, los patrones de la cara son un reflejo de la profundidad de las emociones y la manifestación de conductas de personas como resultado de esos patrones.