Luego de la extinción de los dinosaurios hubo una raza humanoide que habitó aquí, fueron gigantes venidos de otro sistema estelar. En este aspecto ha habido mucha información errónea. Incluso en la Biblia se menciona a esos seres y también en otros escritos antiguos. En la Tierra sí existieron gigantes, por descubrimientos posteriores de restos óseos se conoció que había seres que medían aproximadamente entre 3 y 4 metros de altura, pero no eran oriundos de este planeta.

En las leyendas que relata el chamán Credo Mutwa, cuenta que los zulúes hablan de extraños seres que llegaron del cielo en objetos como luces blancas. Tenían forma de lagarto aunque voluntariamente capaces de transformarse y adoptar aspecto humano. A ellos se les describe de un metro de altura, de piel verde o azul -verde, de grandes ojos negros oblicuos almendrados, delgados, tal vez con cabezas menos grandes que los Zetas, quienes tienen cientos de miles de años de adelanto sobre nosotros y son una civilización que apenas acaba de completar su ciclo en cuarta densidad. Dice Mutwa, que estos seres conformaron las más elevadas jerarquías ancestrales de África.

Pero también fueron visitantes celestes los seres de Lyra, de donde proceden seis tipos: los gigantes de casi 3mts de altura, unos de aspecto felino, otros semejando aves, unos de piel blanca y cabello claro otros de piel morena y hasta pelirrojos. Y tan parecidos a nosotros que pueden pasar desapercibidos. En culturas como la egipcia, fueron muy conocidos.

Los cambios que se están generando en esta humanidad, indudablemente han recibido ayuda de esos hermanos de las estrellas, cuya evolución es infinitamente mayor. Hoy por hoy, y a partir del 2004, doce países han desclasificado sus archivos sobre este tema. Esconder esta realidad, sólo es materia de intereses políticos.

 

Martha Rosenthal,  agendamagica@gmail.com

 

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