tranquilidadPor Carlos Góngora

Es posible que lo que aquí leas te sea conocido, o no. Aquí no te voy a revelar formulas mágicas, vamos a re-aprender aquellas cosas que en nuestra vida hemos ido interiorizando y que muchas de esas cosas no nos son agradables en nuestro diario vivir. Una de esas cosas son esos estados de estrés o intranquilidad.

Comencemos con la definición de Tranquilidad en el diccionario: Estado de serenidad y sosiego que siente una persona o que domina un determinado lugar o situación.

Los seres humanos tenemos la tendencia a oscilar entre estados de tranquilidad y estados de turbulencias o estados de intranquilidad. Es parte de nuestra realidad emocional, sin embargo, en la parte profunda de la realidad espiritual emocional tenemos el potencial de estar en paz. Nadie nos prohíbe estar en Paz. Nadie aquí ha recibido la maldición para que tengamos falta de paz por siempre. No, nos pertenece el derecho de tomar en nuestras manos nuestros destinos.

Es la gran necesidad de nuestro tiempo ser una persona tranquila, pero cada día parece ser mas difícil ser una persona tranquila: hay que realizar muchas tareas en poco tiempo, no hay que llegar tarde a los lugares donde hay que ir, hay que cumplir con el trabajo, con la familia,  si se está estudiando con el estudio, hay que ir a pagar cuentas, realizar compras, muy probablemente realizar tareas domesticas y una larga lista de actividades que impulsa de cierta forma a apurarse, sin mencionar factores ambientales del entorno o internos propios de cada ser.

Ahora bien, llegar a estar tranquilo o calmado requiere el dominio de nuestras emociones y estas emociones de paz o de bienestar son inclusive más elevadas, podemos subir más alto, pero yo tengo que creer que yo puedo ir hasta la cumbre.

No hay que decirse: No, eso no es para mí, yo soy así. Uno funciona de esta manera y para poder aprender a manejar las emociones se tiene que aprender a crear voluntariamente emociones por sí mismo.

Déjame decirte que jamás se ha visto reflejado una hermosa vista en un rio turbulento o con una corriente de agua fuerte que genera altibajos u oleajes constantes y esto me recuerda de esta frase “Sólo en aguas tranquilas las cosas se reflejan sin distorsión. Sólo en una mente tranquila la percepción del mundo es adecuada