A lo largo de la Historia de la Humanidad, han florecido y emanado diferentes filosofías o modelos de pensamiento que son en sí mismos, verdaderas escuelas de cómo conectar con nuestro Guía Interior, y que son todas aquellas que se basan en el conocimiento y crecimiento de nuestro interior, como por ejemplo, entre otras, el Budismo o el Tao de Confucio. Hoy día, existen nuevas corrientes filosóficas y espirituales que enseñan con un lenguaje moderno, qué es y como practicar el Tao en nuestras vidas, por ejemplo, o el Budismo Zen. De modo que todo lo que hagamos y trabajemos a nivel de nuestro crecimiento espiritual, nos lleva por vía directa, a traspasar los velos que separan a nuestro Ego de nuestro Yo Superior que es lo mismo que llamarlo nuestro Guía o Maestro Interior, intuyéndolo cada vez con más fuerza dentro de nosotros y de una forma cada vez más consciente.

Todo lo que tenga que ver con la meditación, la conciencia ecológica, el estudio de las filosofías del Hombre, el tener y practicar un amor por los animales, las plantas y el planeta, todo lo que cambiemos en nuestro interior y que nos empuje al Amor Universal hacia nuestro prójimo, todo lo que trabajemos nuestros miedos y defectos para tener una autoestima optima y saludable, todo lo que hagamos para equilibrar nuestra vida, hacer el bien y tener cada vez más una conciencia superior más despierta y desarrollada, todo ello hace que nuestra percepción de nuestro Guía Interior sea cada vez más fuerte y fácil. Realizaremos poco a poco ese “Cambio”, ese “Despertar” interior que nos hará saber, sin ningún género de dudas, que nos comunicamos con nuestra Conciencia Superior, y que nos revela una “Verdad” que está por encima de nuestra ética y moral personales y que nos hace saber que las decisiones que emanan de nuestra escucha interior son las que nos traen la plenitud, la riqueza y la abundancia en todos los aspectos de nuestra vida. El encuentro con nuestro Maestro o Guía Interior no es solo un fin, sino que el camino hacia él nos hará ser cada vez más justos, generosos y sabios. En definitiva, más FELICES.