Suicidio: siempre hay otra solución Cuando Moisés estaba al pie del monte Sinaí, le dijo a una mujer (que más tarde se convertiría en su esposa) que estaba muy enojado por la situación de su pueblo, descontento con lo que Dios estaba haciendo al respecto, y que iba a subir esa montaña santa para hablar con Dios. Quería obtener algunas respuestas. Desconcertada, ella le dijo: “Usted no puede hacer eso. Usted puede orar a Dios, pero Dios no va a aparecérsele a usted, y definitivamente no le va a hablar.” Con eso, Moisés le dijo: “Oh, Dios quiere hablar conmigo. Voy a demandar su presencia… y no bajaré de la montaña hasta que Él lo haga.” Todo el mundo sabe el resto de la historia. Lo hizo hablar y escuchó directamente de Dios. Y Moisés pasó a tener muchos encuentros personales con Dios. ¿Por qué? Lo que invocó la presencia de Dios fue la pureza de sus motivos y el poder de su fe, así como su coraje, convicción y perseverancia. Todos tenemos esas cualidades. Todos tenemos esas habilidades. Todos tenemos que saber esto, creerlo, y exigirlo… ojalá, de una manera amorosa y reverente. Pero si tienes que hacerlo de una manera furiosa y desagradable, que así sea. Dios no está tan interesado en cómo llegamos a Él, sólo que lleguemos. La rabia humana muestra pasión y vitalidad. Las más difíciles para Dios son el letargo, la indiferencia y la apatía. Pero las personas que están amorosamente apasionadas y las personas que están enojadas – están vivas. Así que, si es necesario enójate. Simplemente sé, ten fe, cree… y persevera. Nunca te rindas. Pide y se te dará. Louix Dor Dempriey es un maestro espiritual que ha venido a este mundo para ayudar a las personas a restablecer su divinidad inherente y vivir el amor incondicional. Conéctate con Louix en http://www.louix.org. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X