¿Intimidad es perder la individualidad? Por Karina Milgram Una de las causas más comunes por la que fracasan los matrimonios es la falta de intimidad. Para que una relación de pareja sea exitosa es esencial que exista además de una cercanía física también un involucramiento emocional importante. A su vez, se requiere que exista un concepto de unidad como compañeros a la vez que prevalece el espacio para que cada quien mantenga sus límites personales claros, o sea, su individualidad. ¿Qué significa intimidad? Según el diccionario, intimidad se define como la parte reservada o más privada de los pensamientos, o sentimientos de una persona o grupo. Por ello, la intimidad en una pareja se da cuando se conocen bien, comparten libremente sus sentimientos y pensamientos profundos, aceptan las diferencias y las imperfecciones de cada uno y, se siguen amando a pesar de ello. Muchas veces las personas malinterpretan el concepto de intimidad afectando negativamente la relación de pareja. Hay parejas que confunden intimidad con fusión. Esto es porque tienen la creencia de que para amarse es necesario sentir y pensar como si fuesen la otra persona. Ocurre entonces que pierden su singularidad, llegando a ser parte de una relación simbiótica. En este caso los límites personales son casi inexistentes porque pierden la noción de dónde termina uno y dónde comienza el otro. En este tipo de relación las personas se sienten perdidas cuando están lejos de su pareja, alegan que saben que es lo que el otro siente, quiere y necesita, hablan casi siempre de “nosotros” en lugar de “yo” y, necesitan, ya sea cambiar al otro para que sea igual a ellos o cambiarse a sí mismos para no ser diferentes. La creencia de que amar implica ser iguales puede tener su origen en necesidades no satisfechas durante la infancia, por baja autoestima, miedo de que las diferencias los separen, miedo a ser abandonados si no complacen a su pareja, o por percepciones alimentadas por los cuentos de hadas, las películas o las novelas. Por otra parte, hay parejas que definen intimidad a través de la relación sexual porque consideran que la intimidad física y la intimidad emocional son la misma cosa. Hay algunas que evaden la intimidad y no se percatan de ello y otras que confunden intimidad con presencia física y sólo conversan sobre cosas banales y muy poco de sentimientos. Esta separación se debe a que temen perderse a sí mismos, porque no saben manejar el equilibrio entre mantenerse cercanos como para sentirse unidos y lo suficientemente alejados para conservar su individualidad. En este caso los límites personales pueden llegar a ser tan rígidos como una pared. En este tipo de relación las personas llevan vidas muy independientes, el diálogo es escaso, contestan con monosílabos, parecen como si estuviesen en control de la situación en todo momento y culpan al otro de los problemas. La creencia de que si uno deja que los demás se acerquen lo van a poseer es muy común en personas que fueron muy controladas por sus padres o fueron profundamente heridos por alguien muy cercano.
