Deja de juzgarte negativamente por Ronald Alexander Muchas personas se aferran al mito de que los que tienen éxito, inevitablemente, se sienten bien acerca de sí mismos y están libres de dudas e inseguridades. He trabajado con muchos clientes cuyas hojas de vida, logros personales, y reputación causan el más profundo respeto y admiración; sin embargo, a menudo su diálogo interno es absolutamente brutal. A pesar de su baja opinión de sí mismos, se las han arreglado para vivir de una manera que muchos envidiarían. Sin embargo, la falta de conexión entre sus sentimientos sobre de sí mismos y su éxito externo hace que se contengan de hacer cambios que conduzcan a alcanzar metas mucho mayor y para alcanzar la paz mental. Van a permanecer en una situación estancada hasta que el cambio es lanzado sobre ellos, y luego se sienten abrumados por las crisis que se producen. El poder destructivo del auto-juicio negativo No importa qué tan hábiles seamos, no importa lo feliz que parezcamos, todos nos aferramos a los auto-juicios negativos y éstos se aferran a nosotros. Ellos nos impiden descubrir nuestro poder de cambiar nuestras vidas y mejorar. Al cambiar a patrones de pensamiento más positivos, la crisis deja de ser abrumadora, y es mucho más fácil dejar de lado la resistencia, estar en sintonía con nuestras pasiones y recursos internos, y seguir adelante con confianza. El pensamiento positivo es en verdad poderoso, pero no mantengas niveles poco realistas y esperes transformar rápidamente lo que suelen ser hábitos de toda la vida. El objetivo es dejar de darles sentido a estos auto-juicios, porque una vez que empiezas a darles importancia, comienzan a pesarte. A través de la práctica de la atención plena puedes aprender a reconocer cuando te estás destruyendo y podrás comenzar a cambiar tu hábito de autocrítica. Las historias que inventa la mente A menudo, la mente racional encadena una serie de distorsiones. En lugar de simplemente notar “Soy tímido”, la mente va a generar el pensamiento: “Yo soy tímido, por lo que nunca voy a encontrar una pareja romántica; mi timidez me hace poco atractivo.” En vez de observar “Soy una persona extrovertida”, la mente comienza a contar una historia de desapoderamiento: ” Soy una persona extrovertida. Mi madre nunca le gustó eso de mí, y me parecía avergonzar a mis hermanos. Probablemente se han burlado de mí muchas veces. Soy demasiado impaciente para conectar con otras personas, que me miran como un ser inferior por ser emocionalmente necesitado”. Incluso, tú puedes no estar consciente de que estás exagerando tus auto-juicios de una manera malsana. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X