¿RECLAMAS DE LOS DEMAS LO QUE TE NIEGAS A TI MISMO?

-Ya no te llamarás Jacob, sino Israel (Que significa invencible), porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido- Veamos ahora la respuesta de Jacob a nuestras aparentes limitaciones: “¿Naci en condiciones adversas?” Jacob no es la clase de persona a la que le ocurren situaciones insalvables en la vida sino la clase de individuo que precipita las cosas a su manifestación.

“¿Las decisiones de mis padres no me han permitido superarme?” Jacob no espera a que las decisiones de los demás dirijan su existencia sino que toma decisiones propias y actúa acorde a su sentir.

“¿Tengo mala suerte, naci con mala estrella, debido a mis orígenes mi futuro no luce prometedor?” Jacob no vive a la expectativa de vaticinios o profecías acerca de su futuro sino que se lo construye a pulso, aun si esto significa romper con las leyes de los hombres o enfrentarse a Dios mismo, pues más importante que conocer tu futuro es construirte uno.

“¿Nadie quiere invertir en mi, por ley no merezco alcanzar mis metas, esta es la voluntad de Dios para mí?” Jacob no llora por haber nacido segundo, ni reclama al padre o al hermano lo que sabe que por ley no le corresponde. En la historia él no espera por el destino feliz y la primogenitura que aparentemente se le han negado, sino que los reclama como de su propiedad y hace todo lo que está a su alcance para conseguirlos. Si nadie invierte en él, Jacob invierte en si mismo…

“¿Tengo miedo de que si yo consigo, alguien más va a perder, no quiero hacer nada que pudiera alterar la vida de nadie?” Por medios no lícitos (si ustedes quieren) Jacob consigue el destino que se le había negado por nacimiento, y no satisfecho con haberse robado la bendición de la primogenitura, reclama la bendición de Dios mismo, atacando a uno de sus mensajeros, y dispuesto a morir si fuese necesario con tal de conseguir el favor divino (¡!) Pero pensemos ahora en esto: ¿Qué es lo que uno combate durante la noche sino sombras? El ángel que se desvanece con los primeros rayos del alba no es sino la representación simbólica de la propia oscuridad de Jacob (la sombra). El podría asustarse y evitarla, pero conocedor de que aquello está ocultando su propia luz, se decide a ir directo hacia ello, lo que nos indica que él toma responsabilidad de sus miedos y limitaciones, enfrentándolos hasta la llegada del amanecer y la luz. Y aunque herido en la cadera y lisiado para el mundo por el resto de su existencia humana, es declarado invencible en todos los planos.