Así que tengo recuerdos de mi infancia como Plácido, recuerdo y tengo registrado un plano mental de cada montaña, planicie, piedra, laguna, río… y cada uno de esos lugares con sus matices diferentes de cada estación del año, con lluvia, con el sol en alba, con el sol del ocaso, con neblina, con nieve, lleno de animales y sin animales. Los primeros 3 años de mi infancia pasaron muy rápidos sobre la espalda de mi madre. Los días pasaban como los pensamientos, sin título, y los recuerdos se acumulaban como páginas de un libro liado. Con mi madre y mi hermano pasé un tiempo pasteando llamas, ovejas, cantando, llorando, jugando con las piedras y con la tierra y siempre retrasando el paso normal de mi amada madre. Así pasé mis primero años.

Donde nací, los niños hasta los 7 años están con los padres como ayudantes y aprendices en todo momento y en cada acto, sea ritual, ceremonial o de trabajo.3Nicolás Pauccar Calcina_omtimes

De los 3 a los 7 años de edad, los pasé descubriendo el mundo que me rodeaba desde los ojos de mis padres viviendo y conociendo cada lugar sagrado, los lugares de pastoreo, los lugares de mudanza en tiempos de lluvia y de sequía, los lugares de peregrinación, los actos para hacer ofrendas a los Apus y a la Pachamama. Aprendí sobre la sanación de las enfermedades, la procreación de los animales, la producción de los alimentos y el manejo del clima. Todas estas experiencias y aprendizajes cuidadosamente transmitidos dentro de las reglas de mis padres, de la comunidad y del linaje sacerdotal.

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