El espacio energético que nos rodea es como la luz que emite un bombillo.  Así como el paso de electricidad por el filamento de un bombillo genera la luz, de la misma manera el paso de la fuerza vital por la línea central del cuerpo humano genera el campo energético o aura. Esta línea central va desde el peritoneo hasta la corona de la cabeza, a través de la columna vertebral. La fuerza vital proviene hacia arriba desde la tierra y hacia abajo desde el universo.

Existen muchos videntes capaces de observar estos campos alrededor de las personas. También hay diferentes científicos desde mediados del siglo XIX que han llevado a cabo pruebas científicas con las cuales han conseguido demostrar la existencia de este campo humano y determinar sus características.  Wilhelm Von Reichenbach comprobó que el campo humano manifiesta muchas propiedades similares a las del campo electromagnético. El doctor William Kilner logró observar una neblina brillante alrededor del cuerpo, y los doctores Richard Dobrin y John Pierrakos obtuvieron medidas que muestran un ligero aumento de la luminosidad en un cuarto oscuro cuando hay personas presentes.

Por otro lado este campo energético o espacio personal tiene la característica de extenderse más allá del cuerpo, de ser variable, es decir, a veces es más grande y otras más pequeño. Esta flexibilidad implica que podemos variar su tamaño o distancia del cuerpo consciente o inconscientemente. También es permeable e interactivo, esto es, es capaz de recibir y de dar energía. Además  es fuerte y adaptable por lo que cambia en un instante. Adicionalmente se afecta por las condiciones emocionales y físicas en las que nos encontramos y del medio ambiente que nos rodea.

Este campo energético no sólo delimita nuestro espacio personal, sino también nos aporta mucha información sobre nuestra personalidad, las emociones por las que estamos atravesando, nuestra percepción del mundo y la manera cómo nos sentimos en un momento determinado.

Por ejemplo, cuando el límite energético se encuentra muy cercano al cuerpo, es decir a una distancia menor que la longitud de los brazos, implica que la persona tiene miedo o se siente amenazada y se está protegiendo al no dejar que nada entre o salga. En cambio, cuando el campo energético está demasiado separado del cuerpo puede indicar que la persona está propensa a afectarse o a absorber las emociones y los pensamientos de la gente que se encuentra a su alrededor.