Un enfoque potenciador sobre causa y efecto Por Luisa Chesneau-Pichardo Herbie Hancock es uno de los más reconocidos exponentes del Jazz contemporáneo mundial. Pianista, tecladista y compositor, ha logrado a través de su experiencia profesional y filosófica ser fuente de inspiración para quienes comparten con él la pasión por el Jazz y para quienes disfrutamos de su música. Fue un episodio de la vida del conocido jazzista estadounidense que me ha inspirado a escribir este artículo y compartir con ustedes la evolucionada perspectiva que, sobre la Ley de Causa y Efecto, nos ofrece el Budismo y la cual esclarece dónde se encuentra la causa de nuestras acciones y donde se ubica su efecto. Durante su discurso en la ceremonia de graduación de la Promoción 2013 de la Universidad Soka de América, realizada el pasado mes de mayo en el Centro de las Artes Soka, en Aliso Viejo California, esta leyenda del Jazz, practicante del Budismo de Nichiren Daishonin, recordó la influencia que en su vida tuvo su mentor en la música, el legendario Miles Davis, quien le invitó a ser parte de su banda en 1963. A pesar de su creciente éxito, se sentía frustrado y deprimido por su ejecución al piano, no lograba expandir su creatividad al máximo. Durante una presentación Davis se le acercó y le dijo “no toques las notas facilonas”. Hancock, perplejo, no entendió el mensaje de su mentor. Con el tiempo captó que su maestro lo estaba animando a romper con su falta de convicción para abrirse a nuevas posibilidades musicales. Y en una clara decisión se retó a romper con lo convencional, evitando usar las notas 3 y 7 en sus acordes y en sus solos, por ser consideradas las más obvias. “Al principio, lo que hacía lo sentía extraño y sonaba errático, pero el público empezó a aplaudirme cada vez más”, argumenta el ganador de dos Grammy en la edición del año 2011 La frustración y depresión experimentada por Herbie Hancock, era un efecto, mas no el origen de su desaliento. La causa de su sufrimiento estaba en una barrera interior creada por él mismo, que lo hacía sentirse incapaz de evolucionar. La raíz era su miedo y su falta de coraje. Cuando decidió traspasar su propio límite, su vida dio un vuelco sorprendente y la mejor prueba de ello es su legado musical. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X