competencia-en-las-relacionesPor Leise Esther García Fajardo

En una oportunidad  escribí un artículo llamado: En las guerras nadie gana. Comprender esta frase en las relaciones de pareja requiere de una labor de conciencia,  de ponerse no solo literal sino físicamente en los zapatos del otro.  Gran parte de las parejas cuando están en conflicto quieren tener la razón y acusan a su doble de los problemas que presentan.

Hombre y Mujer tienen campos de acción parecidos en lo profesional y laboral y muchos hombres hoy en día se sienten amenazados porque estaban acostumbrados a ser ellos quien  llevaran  el sustento económico al hogar y tener los reconocimientos profesionales.

Es indiscutible el esfuerzo que a lo largo de los tiempos ha logrado la mujer para ganar terreno ante el hombre y tanto ha ganado que hoy en día se ven más mujeres liderizando corporaciones, dirigiendo universidades, bancos, parlamentos, presidentas de naciones y además de eso lleva  también a sus hijos y a su familia en general. La mujer se ha ganado el respeto ante la sociedad  y ha roto con muchos prejuicios en torno a su habilidad y destreza en el campo laboral, y muchas inclusive están ganando más dinero que sus parejas.

Sin embargo  la mujer ha resultado ser más competitiva cuando pertenece a una relación donde ambos son profesionales y algunas veces aunque la mujer no trabaje también la competencia se puede presentar en el hogar a nivel afectivo con el cariño de los hijos. Todo esto afecta por supuesto la parte sexual donde también hay pique  por ver quien lleva la fuerza en la intimidad.

Lidiar con lo expuesto  puede ser estimulante para algunos, pero hay que estar alerta con los sentimientos y como se maneja emocionalmente para que esto no afecte negativamente la relación. Sin embargo en el camino el desgaste energético para muchas mujeres ha sido tremendo y se ha presentado un desequilibrio entre lo femenino y masculino.  La mujer ha perdido la sutileza femenina, se ha vuelto controladora y en algunos casos la  actividad nutridota de alimentar a su familia se ha volcado completamente en su hombre.  Muchas relaciones de pareja  a nivel internacional inclusive tienen un sentido completamente invertido.