En mi práctica de psiquiatría energética abogo por un estilo de intuición de “no tomar prisioneros”. Esta voz que se ha comprometido con tu felicidad, salud y supervivencia, con la práctica puede ser accesible a todos. Quiero que empieces a escuchar. Realmente escuchar. Te garantizo que empezarás a hacer decisiones más inteligentes. ¿Por qué? Porque estarás operando desde un lugar interior que es jugoso y autentico, no de un impulso para conformar o repudiar tu fuerza. No serás seducido por lo que puede parecer bueno, pero traiciona a tu intuición. La intuición es un detector de la verdad. Cuando te desvías tan solo una nano-fracción de tu voz interior, la energía disminuye, ya sea sutil o radicalmente. Cuanto más ferozmente fiel le seas a esta verdad, más energía tendrás.

La intuición ofrece una línea directa a tu fuerza vital y también, como la experimento yo, a una inteligencia divina. Es el lenguaje de la energía. Necesita hablar su idioma para prosperar, a pesar de que nuestra sociedad tecno-enloquecida no reconoce este hecho esencial. A lo máximo percibe la intuición con una característica de la mujer (¡intenta decirle eso a los nativos chamanes varones americanos!) En el peor de los casos, la tratan como un truco de magia. No es ninguna sorpresa que hay una epidemia de personas desgastadas y confundidas rondando por el mundo.

No podemos darnos el lujo de permanecer sordos a los mensajes de la intuición. Su especialidad es la energía. Su trabajo consiste en conocer cada detalle de lo que te motiva y te hace tomar acción. Un maestro en la lectura de vibraciones, la intuición está constantemente llevando la cuenta de lo que te da energía positiva, y lo que la disipa. A quién te encuentres, a dónde vas, tu trabajo, tu familia, los acontecimientos actuales – son todos evaluados; estos son datos cruciales que tú puedes aprender a interpretar y aplicar.

La intuición es energía y un aspecto de esta energía es la ley de la atracción: el misterioso magnetismo que parece difícil de alcanzar entre nosotros. Es el autor intelectual del amor, la amistad, el trabajo y la química de los emprendimientos compartidos. Lo opuesto de la atracción es la repulsión o la aversión, la fuerza que empuja. En la psiquiatría energética he estado vorazmente tratando de conocer las fuerzas que traen la bondad, el amor y el vigor a nuestra vida. A pesar de que la atracción es a menudo vinculada con la apariencia, la inteligencia, la cuenta bancaria, o el encanto, estos no son suficientes para convocar a tales bendiciones. Hacerlo depende de darte cuenta de que usted no sólo quieres la atención, sino que deseas la atención correcta. El nivel de atracción al que me refiero tiene que ver con las esencias de vida, un subproducto del karma y la inteligencia. No se puede controlar por completo, pero se puede modificar sus vibraciones para maximizar las posibilidades.