Por ejemplo, si en nuestros viajes un residente de un país extranjero conocido por su pobreza o por los abusos a los derechos humanos afirma que somos el amor de su vida, probablemente deberíamos considerar que podría estar buscando una manera de salir de su actual circunstancia. Muchas personas que patrocinaron a un cónyuge extranjero para inmigrar a su país más seguro y próspero, se han horrorizado al descubrir que habían sido utilizados.

Los anunciantes suelen exagerar los beneficios de los productos o servicios que quieren que compremos. Ellos se ganan la vida diciéndonos que estas cosas nos harán más felices y más populares. Si pensamos antes de separarnos de nuestro dinero, podemos ver que a menudo son los anunciantes y las empresas para las que trabajan las que se van a beneficiar de la mayoría de nuestras compras.

3: Explora tus propias motivaciones. Es importante cuando estamos escuchando a otras personas que pensemos sobre por qué estamos dispuestos a creerles. Muchos de nosotros sentimos una profunda sensación de desconexión en nuestras vidas y estamos convencidos de que el camino para pertenecer es creer en alguien más.

Pensamos que si estamos de acuerdo con lo que dicen, vamos a sentirnos menos solos en el mundo y por lo tanto menos ansiosos e infelices. Por desgracia, en nuestra búsqueda de pertenencia, nos dejamos engañar por individuos sin escrúpulos que tratan de controlar casi todos los aspectos de nuestra existencia, a cambio de la promesa de la conexión.

Tenemos que ver que podemos crear relaciones y comunidades saludables sin renunciar a la autonomía o al escepticismo. Podemos reconocer que cuando hay respeto mutuo, la gente es libre, incluso se anima a hacer preguntas inteligentes, mirar debajo de la superficie de las cosas y usar este conocimiento como base de sus decisiones.

4: Deja de mentirte a ti mismo. Puede ser tentador practicar la negación. Hacerle frente a la verdad acerca de ti o de tu vida puede ser incómodo o molesto, por lo que no es inusual recurrir a las defensas de la negación, una ilusión o el autoengaño.

El problema es que con el tiempo, estas formas disfuncionales de afrontar las cosas nos alcanzarán y tendremos que vivir con las consecuencias que es mucho peor que el malestar inicial o desagrado que podamos sufrir al enfrentar la verdad.