Esta mujer era muy joven, y sin embargo se sentía muy mayor, como si su vida hubiese transcurrido muy rápidamente. Estaba sola en la casa de su familia, una enorme mansión donde ella tenía sus propios aposentos y salida a la calle separada de la entrada principal de la casona.

Al contemplar la escena en mi mente, en todo detalle, también estaba pudiendo “recordar” otras escenas de su vida: reuniones secretas en sus aposentos, con amigos y amigas cultos e intelectuales, de diferentes clases sociales, conversaciones y discusiones sobre espiritualidad y la cristiandad en sus enseñanzas iniciales y buscando interpretar las enseñanzas del Maestro Jesús en su forma más pura posible y en tradiciones espirituales antiguas.

Supe, que además esta joven mujer poseía un gran talento y conocimientos sobre curaciones con hierbas, impartidos por su amada nodriza, y que después de la desaparición de ésta ella había continuado en secreto, amparada en gran parte por el hecho de que su padre era un hombre poderoso para quien ella, su hija mayor, era y había sido siempre, la luz de sus ojos. La mayor parte de sus actividades curativas involucraban el cuidado de las mujeres, desde preparaciones para evitar embarazos, para curar todo tipo de dolencias femeninas, y para asistir a los niños con enfermedades de la infancia, lesiones e infecciones y malnutrición.

Sus actividades espirituales y de servicio la hacían feliz y no tenía planes de casarse; por alguna razón que no me fue indicada en ese momento, ella gozaba de cierta libertad financiera y de comportamiento que no era típica de la época para una mujer. Se sentía protegida y privilegiada, a pesar de sentir que había pagado un justo precio por el derecho de ser quien era.

El caballero con el que se estaba yendo era un conocido de muchos años; pareciera que era amigo de la familia, algo mayor que ella, y quien asistía a las reuniones de su grupo. Ana sospechaba que su admiración por ella era de mucho tiempo, y que su intención era romántica, aun cuando aparentara ser un participante sincero en las conversaciones. También sabía que sus intenciones a pesar de ser las de un enamorado, eran nobles y sinceras.