reiki-en-nuestras-vidasPor América Zamora            

La mayoría de las personas viven con agendas apretadas con asuntos importantes por solucionar.  A veces, no disponen de tiempo para realizarse un  auto tratamiento  que es la práctica principal que desarrollamos en Reiki,  a través de ella  logramos comprenderlo con profundidad y  conectarnos primero con nosotros y después con el mundo que nos rodea.

Para comenzar escogemos una posición que nos resulte cómoda, acostados o sentados, tomamos algunas respiraciones profundas para relajar un poco la actividad muscular  y favorecer el ejercicio luego colocamos las manos en el cuerpo siguiendo posiciones establecidas  comenzando por la cabeza, tronco, espalda y continuando hasta recorrer todas las zonas necesarias.

Podemos acompañarnos de una música suave que sea de nuestro agrado. Todo los pasos que seguimos son  sencillos y  efectivos  se aprende participando de un entrenamiento realizado por un Maestro.

Con el desarrollo de la práctica logramos un equilibrio en los niveles mental, emocional y físico.

Siempre se  busca la forma de recibir un poco de energía privadamente e incluso en público.

Comparto con usted, que me está leyendo, algunas ideas para poner en práctica;  realmente son de gran resultado. En una ocasión  la maestra  Hawayo Takata, la persona que trajo la enseñanza de Oriente  a Occidente comentó: “es mejor un poco de Reiki que nada.”

Algunas veces mientras maneja sufre por la imprudencia de otro conductor  que casi provoca un accidente, la primera reacción es de ira. Recordemos que detrás de ella está el miedo, en este caso a un accidente que pudo ser  grave; siente su corazón que late apresuradamente y con fuerza. La situación termina pero su cuerpo aún está inestable, desequilibrado, en estado de alarma.

Para retomar el control sobre su cuerpo recuerde uno de los 5 Preceptos de Reiki que forman parte  fundamental del desarrollo interno de un practicante  y que están relacionados con valor ético y moral, con la salud mental y emocional. En este ejemplo corresponde el Principio que dice: “Solo por hoy no me enojo”, repítalo para sí mismo como un mantra, con suavidad, profunda y conscientemente varias veces; poco a poco observará que vuelve a tomar el control sobre si mismo.