Obsérvate a ti mismo. Ten en cuenta y toma conciencia de los pensamientos y sentimientos fundamentales que se basan en palabras que fluyen de tu boca antes de que hayas tenido tiempo suficiente para entender lo que está sucediendo en un nivel más profundo. Quédate quieto y siente de dónde surge en tu cuerpo y quédate con el pensamiento hasta que pase. La ley de la naturaleza es la impermanencia: lo que sube, pasará y eso también va para las emociones. Cada vez que sientas deseos o sentimientos, por muy buenos o malos que parezcan, siempre desaparecen con el tiempo. Observate a ti mismo y veras que simplemente estamos mezclados con la naturaleza al igual que cada animal o planta. Respeta los límites de tu pareja. La calidad de tu comunicación en términos de palabras y el lenguaje corporal es muy importante. Una cosa con la que mucha gente lucha en la vida es ser capaz de ser completamente auténticos, y esto no puede nacer si estás constantemente tratando de hacer que cambie tu pareja. Deja que se te inviten a entrar. Imagina un cancel alrededor de la propiedad de alguien. Tú no sueltas la valla y corres por el jardín sin ser invitado, ¿verdad que no?

Prueba con un poco de auto aceptación. Mira dónde estás constantemente tratando de hacerte perfecto, ya que la infección comienza y termina por dentro. Puedes estar criticándote en todos los ángulos de cómo te miras, vistes y comportas con los demás sin darte cuenta y ¡eso si que cansa!  Se gasta mucha energía a través de diálogo interno, la duda y ser áspero contigo mismo. ¡Tómate un descanso! Nota tu tendencia a regañarte. Tu insatisfacción interior casi siempre aparece como proyecciones sobre tu ser querido.

Encuentra un poco de alegría en todo lo que dices y haces. La danza de la relación puede ser fácil si siempre te acercas a tu pareja con la intención de amarlos y honrarlos cada vez que se comunican. Creo que todos tratan de alterar a nuestras parejas de alguna manera y probablemente siempre será así. Algunas cosas van a mejorar y sentirse bien y otras no. Yo comparo esta idiosincrasia de la vida al rico tapiz de aprendizaje que se nos presenta. Estamos aprendiendo en cada momento de cada día, eso es escuela de la Tierra. Así que lo puedes arruinar con historias negativas o puedes tener momentos “¡Ajá!” regulares y admirar las maravillas de lo que la vida te ofrece. Es una elección.