El valor oculto de la mirada En la exploración que se realiza se tienen en cuenta las siguientes características (aparte de los signos y las marcas): La pigmentación: está relacionada con factores raciales, hereditarios, intoxicaciones progresivas y degenerativas. Comprende una gama entre el azul y el avellana oscuro. El color: nos indica rasgos hereditarios y pone de manifiesto el grado de impregnación de impurezas en la sangre y los tejidos que conforman el organismo. Este color normal del iris varia con la enfermedad por la afectación de cuerpos químicos que no se pueden asimilar (drogas, medicamentos, etc) pero la normalidad se sitúa en el azul celeste, el avellana oscuro, claro y castaño (todos ellos deben ser brillantes, sin machas ni coloraciones distintas). La contextura: es el factor más importante para reconocer la calidad del iris ya que hace referencia a la solidez del tejido del mismo, independientemente del color o la presencia de signos y manchas. Esta contextura suele reflejarse en tramas fibrosas y nos proporciona cierta idea del grado de vitalidad y tono general orgánico. De esta forma, el iris nos permite valorar las peculiaridades de la persona enferma y las formas en que reacciona frente a la enfermedad y sus causas; el iris es el valor oculto de la mirada. Conectate con Raquel Cabalga Granizo en su pagina de Facebook en www.facebook.com/TaraxacumT. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X