¿Cuáles son las razones detrás de todo este comportamiento celoso y envidioso?

¿Para qué sirve? Cuando lo sientes tú, es una gran señal de que tienes que examinar por qué. ¿Por qué lo sientes? ¿Dónde está arraigado en tu interior? Es una gran oportunidad para examinarlo, curarlo y traerle nueva energía. Si estamos sintiendo celos en una relación, ¿qué es lo que está dentro de la dinámica de esa relación que nos hacen sentir de esta manera? ¿Hay algo en nuestro pasado que aún tenemos que dejar ir? Si tenemos envidia de los logros de otros, que sentimos que tenemos que lograr? ¿Cuáles son las piezas del rompecabezas de estas emociones?

Cuando los demás dirigen sus celos y envida hacia nosotros, tenemos que usar todo nuestro conocimiento y darnos cuenta de que esto es a veces una reacción muy complicada. Esta persona puede estar lidiando con un pasado doloroso y con sentimientos de frustración e impotencia. Algunas personas también son muy rígidas y fijas en sus creencias y demandas y se sienten amenazadas por el éxito que no sigue su “camino” o sus ideas. Puede ser algo muy saludable darnos cuenta de que estas emociones están destinadas a ayudarnos en nuestro crecimiento del alma y debemos ser agradecidos de sentirlos y experimentarlos.

Si envolvemos estos sentimientos con amor y gratitud podemos derretirlos con la comprensión. Podemos sanar al niño dentro de nosotros que se sentía excluido o podemos entender mejor a aquellos adultos que sienten que la vida no ha sido justa con ellos. Cuando dejamos de lado el miedo y el juicio que aparecen junto a la envidia y los celos, podemos aceptar que tienen un propósito real en la perfección de nuestra alma. Podemos aprender a aceptar y perdonarnos y a los demás, elevando nuestra vibración colectiva, sanando el pasado y dando paso a un futuro más amoroso y positivo.