Por Luminessa EnjaraRedefining-Your-Erotic-Sense-of-Self

¿Cómo definen las mujeres lo que las hace verse y sentirse sexy?

Esta es una pregunta que me he hecho desde hace bastante tiempo. Incluso ofrezco un taller para mujeres que exploran esta cuestión. A las mujeres se nos ha dicho durante cientos, si no miles de años, lo que tenemos que hacer para ser una mujer “sexy”. Hoy tenemos a la avenida Madison: los anuncios, las revistas de moda, el cine y letras musicales que nos dicen cómo podemos ser más “sexy”. Estamos constantemente bombardeados con mensajes que nos dicen cómo nos debemos mirar, actuar, pensar, sentir y lo que debemos usar para ser una diosa del sexo, tener una vida sexual satisfactoria, tener al hombre de nuestros sueños, y así sucesivamente.

Con todo nuestro avance en el lugar de trabajo, en algunos ámbitos políticos y con algunas de nuestras relaciones hombre/mujer, las mujeres seguimos viviendo en el marco del viejo paradigma que se creó hace unos 10.000 años. Aunque los estándares que los hombres definen como “sexy” pueden haber cambiado, las actitudes no lo han hecho. Puedes encontrar que todavía te estás definiendo según los estándares que la mayoría de nosotros ni siquiera creamos.

¿Alguna vez te has tomado un momento para reflexionar sobre lo que te hace sentir y lucir sexy? ¿Qué tipo de ropa te hace sentir que tienes un cuerpo sexy, o que eres una mujer sexualmente poderosa? Si miras dentro de tu armario, ¿qué encontrarías que realmente refleja cómo defines lo que significa ser y parecer una mujer sexy? Puedes pensar que las elecciones que has hecho son las tuyas, pero ¿lo son realmente? ¿De dónde sacas esas ideas de lo que es sexy, o de lo que se supone que es un cuerpo sexy?

Realmente no es una pregunta demasiado difícil porque, como ya lo he dicho, esas ideas que pensamos que son las nuestros son sólo un reflejo de lo que nuestra sociedad y la cultura nos dictan; en este caso reflejan lo que ha dicho una cultura dominada por los hombres. Durante miles de años desde la creación del patriarcado, los hombres han establecido las normas de belleza y sexualidad de las mujeres y las mujeres esencialmente han tratado de vivir esos ideales. En un libro reciente que leí por Naomi Wolfe, The Beauty Myth (El mito de la belleza), aprendí un poco acerca de cómo la avenida Madison trabaja para entrar en la mente de las mujeres para que compren lo que desean vender. Ahora, las mujeres trabajan en esta industria también, así que no son sólo los hombres los que nos dicen qué comprar. Lo que me molestó fue leer que las mujeres realmente creen que deben comprar lo que están vendiendo; sin lugar a dudas mucho de esto se debe principalmente al hecho de que muchísimas mujeres tienen muy baja autoestima y no confían en su propio juicio. Entonces, ¿qué significa todo esto y cómo podemos ser el cambio que deseamos tener?

Redefiniendo tu consciencia erótica

Comienza por tomarte el tiempo para hacerte las siguientes preguntas:

1) ¿Qué te hace sentir como una mujer sexy?

2) ¿Qué decisiones puedes tomar que reflejen lo que sientes que es sexy para ti?

3) ¿Qué te hace sentir bella?

A continuación, busca en tu interior y encuentra tus propias respuestas. Las respuestas te pueden sorprender. Ya que la belleza está en el ojo del que mira, debes entrenarte para ver la belleza en ti misma y comenzar a cuestionar realmente lo que los medios de comunicación o el consenso colectivo te está diciendo.

En mi taller Unveiling the Sacred Erotic Feminine (Revelando el femenino erótico sagrado), a las mujeres se les da la oportunidad de entrar en el taller vestidas de la manera como se sienten acerca de su ser erótico. Una mujer se viste con velos negros, otra viste túnicas largas, una es extravagante y otra se presenta como una monja. Lo que estas mujeres nos mostraron en este ejercicio fue cómo se sentían acerca de su naturaleza sexual y erótica. Tú también puedes hacer algo similar: juega con tu ropa y prueba trajes diferentes que reflejan cómo te sientes acerca de tu propia sexualidad. Hacer este ejercicio te ayudará a descubrir cómo te sientes acerca de tu sexualidad y desde allí puedes comenzar a explorar tu expresión sexual auténtica.