Sexo y placer Wabi Sabi Por Arielle Ford ¿Te sorprenderías al descubrir que tus abuelos tenían relaciones sexuales con más frecuencia que tú? Lo más probable es que sea verdad. Para muchas parejas, parece que la vida se pone en el camino de encontrar el tiempo para tener relaciones sexuales o incluso placeres más simples. Somos una nación de personas ocupadas, sobre-comprometidas, estresadas, faltas de sueño y simplemente cansadas. Y, para hacer las cosas más difíciles para nosotros, la sociedad de hoy en día nos ha condicionado a buscar y seguir buscando la perfección en todas las áreas de nuestra vida, lo que lleva a un estado permanente de frustración e insatisfacción. Para permitir una mayor alegría y armonía en nuestras vidas, es hora de que aceptemos la antigua forma de arte japonés conocida como Wabi Sabi. El Wabi Sabi brinda honor a todas las cosas viejas, usadas, imperfectas y transitorias al buscar su belleza y perfección en su imperfección. Por ejemplo, si tienes un jarrón grande con una gran grieta en el medio de ella, un museo de arte japonés pondría el florero en un pedestal y arrojaría luz sobre la grieta. O bien, ¡podrían llenar la grieta con oro de 24k! Cuando practicamos el amor Wabi Sabi podemos empezar a apreciar nuestra propia imperfección y la de todos los demás. Toma el camino del placer Wabi Sabi En la actualidad existe una amplia investigación que demuestra que el placer (y el sexo) no sólo reduce el estrés, sino que también mejora nuestra salud, el bienestar general y la longevidad. Esto probablemente no es sorprendente. ¿Cuándo fue la última vez que conscientemente añadiste placer a tu vida? El enfoque de Wabi Sabi al placer no requiere mucho esfuerzo, sino más bien pequeñas acciones simples. Comienza por hacer una lista de las cosas que evocan placer en cada uno de tus sentidos y luego prométete tomar por lo menos un descanso de placer al día. Estas son algunas de las formas en que puedes tomar descansos de placer rápidos: Me encanta el olor de las velas aromáticas y el baile caliente y suave de la llama, por lo que me hundo en mi sillón favorito, enciendo una vela y disfruto durante unos minutos con un pedazo de mis chocolates favoritos.
