Llamas Gemelas La constelación de Géminis también representa nuestra naturaleza desprendida de nosotros mismos. Quedamos solos y sin desarrollarnos. En la leyenda griega de Castor y Pólux, ambos niños eran hijos de Zeus y Leda. En la mitología griega tradicional, Leda está simbolizada por un cisne, un símbolo de paz y armonía. Según el mito, los gemelos participaron en la cruzada Argonauta. Los gemelos eran considerados grandes héroes. En una batalla con otro par de gemelos, Cástor fue herido mortalmente. Pólux era divino y le pidió a su padre Zeus que compartiera su inmortalidad con su hermano. Zeus aceptó. Cuando un hermano estaba en Olimpo, el otro estaba en el reino de Hades (el inframundo). De esta manera, los gemelos intercambiaron posiciones hasta el día en que finalmente se convirtieron en estrellas del cielo, símbolos de la dualidad entre la naturaleza humana mortal e inmortal. El mito indica que queremos que nuestras naturalezas duales internas se comuniquen, y si lo logramos seremos capaces de atravesar a otra dimensión de la realidad. Mediante la aceptación de las dos naturalezas aceptamos todo el universo. El mito de Géminis también dice que todo está partido en dos. Todo funciona en díadas, y si queremos llegar a ser todo entonces nuestras dimensiones internas necesitan comunicarse. Es muy importante que la leyenda de Géminis terminara con el último acto de amor: el hermano inmortal sacrificó la mitad de su inmortalidad y compartió la sombra con su hermano mortal. Géminis coincide con los signos mutables y con la cruz mutable; la cruz, que es el arquetipo de la encarnación y la crucifixión de Jesucristo. Los dioses que corresponden a la cruz mutable por lo general lo hacen por el bien de la vida y se sacrifican por algo más grande. En las historias de signos mutables la respuesta para el infierno dualístico es siempre el amor. El amor es la fuerza fundamental del universo, ya que cambia, se transforma y nos ilumina. Incluso Freud se mostró pesimista sobre la naturaleza humana y admite que hay dos fuerzas universales. De acuerdo con Freud, una es el amor y la otra es la muerte. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X