Cuándo debemos romper con un viejo amigo Si nuestro amigo no puede superar el hecho de que ya no estamos a su entera disposición, o si llegan a estar celosos del afecto que estamos dando a nuestro cónyuge, puede significar el fin de la amistad. Luego están los llamados “amigos enemigos”. Estas son personas que creíamos que eran nuestros amigos cuando éramos más jóvenes y menos conscientes. Estábamos invertidos en ser amables y comprensivos, así que hicimos excusas para su mal comportamiento y tolerábamos a su irracionalidad. A medida que crecimos y nos hicimos más viejos y sabios, pudimos ver que sus celos, competitividad, sus quejas e intentos de explotarnos nos cansaron. Sus demandas de atención, crisis frecuentes y muy especialmente, sus traiciones ya no se pudieron explicar. Nuestra conciencia creciente nos dejó claro que esta persona tenía que salir de nuestras vidas. Así que, ya sea porque se han separado porque ya no comparten los mismos valores o estilo de vida, o porque te das cuenta de que la amistad no te da lo que necesitas (y tal vez nunca lo hizo), es el momento para dejar la amistad. Terminar una amistad se puede hacer simplemente al no responder a las llamadas telefónicas, textos o correos electrónicos y suavemente dejar que la persona capte lo que está pasando, o tal vez requiera una conversación de ruptura. A veces, la primera opción es preferible, sobre todo si es muy probable que la otra persona se sienta herida o enojada por esa conversación. Es muy incómodo y embarazoso ser rechazado, por lo que si tenemos la charla, se lo debemos a la persona ser lo más amable posible. Por otro lado, también nos debemos a nosotros mismos no entrar en gran conflicto con respecto a una relación que ya no queremos. Si la persona no capta la insinuación, o si como resultado de la conversación se pone exigente o agresivo, o si tratan de hacernos sentir culpables, podemos sentirnos justificados en cortar la conversación sin más explicaciones. Muchos de nosotros somos sentimentales sobre la amistad y queremos creer que deberían durar toda la vida. Tenemos que ser realistas en cuanto a la verdadera naturaleza de la amistad. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X