EL ESPÍRITU SOLAR FUENTE DE PODER DE LA SABIDURÍA MAYA SOLAR

Por la Venerable Madre NAH KIN

Los sabios mayas de la antigüedad desarrollaron una mística comunión con el Sol. No lo veían sólo como un astro que ilumina el día, sino como la presencia de un espíritu majestuoso que genera la vida; y que a través de sus rayos dorados impregna a todo ser viviente de cualidades trascendentales. Al Espíritu Solar le llamaron Kinich Ahau, que en maya significa “El Sacerdote del Rostro Solar”. Corresponde al espíritu rector que mora en el Sol. Es una entidad con inteligencia propia y que sostiene una altísima vibración.

Kinich Ahau es una palabra sagrada entre los mayas, la cual representa tres entidades solares: 1) al Sol Central de la galaxia, el epicentro de nuestra galaxia, se le llamó Kinich Ahau; es la fuente de energía radiante que mantiene cohesionados los millones de soles de nuestra galaxia; 2) al Espíritu Solar del Sol de nuestro sistema solar; y, finalmente, 3) al Maestra Solar, o jerarca que encarnó las cualidades del Sol aquí en la Tierra; personaje que vivió en las tierras mayas y que se representa como un hombre-dios de gran sabiduría, de elevada estirpe y de soberana presencia. Estos tres aspectos, sin embargo, están íntimamente relacionados porque todos nos vinculan esencialmente con el Gran Espíritu Solar.

Sabidurai Maya Solar

Para el desarrollo de la consciencia y el retorno a nuestras cualidades originales, los antiguos mayas utilizaron una forma de respiración especial que comunicaba al individuo con el Gran Espíritu, y le permitía impregnarse de los dones y cualidades de la Esencia Solar. La Respiración Maya Solar consiste en una respiración suave a través de la boca, donde se mentaliza que estamos absorbiendo la energía dorada del Sol, y con ello, sus cualidades sublimes; al exhalar suavemente, percibimos cómo los átomos lumínicos solares impregnan la totalidad de nuestro cuerpo, llenando de energía superior cada célula. Es una respiración sistemática, rítmica, dulce y acompasada, ideal para hacerla en momentos de relajación, meditación, contemplación y cuando se anhela una consciencia abierta en comunión con lo divino. A los sacerdotes dedicados al culto solar se les llamó los Ahaukines. Es un ancestral linaje de seres sublimes que se invistieron con la vibración espiritual del Sol, realizando en sí mismos la metamorfosis alquímica de convertirse de hombres a dioses.

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