Replanteamiento consciente: un plan pre-dieta Por Ronald Alexander Yo no soy un experto en la dieta o el gimnasio, pero he podido ayudarle a muchos de mis clientes a tener éxito para bajar de peso o hacer cambios significativos en sus vidas. Esto incluye a aquellos que comienzan siempre con las mejores intenciones, sólo para descubrir que duran sólo unos pocos días o semanas. Comenzamos el 2012 con la idea de que todas las fiestas, cenas y celebraciones que asistimos añadieron kilos de más a nuestra cintura y ahora los queremos arrojar antes de comenzar las vacaciones de verano e invierno. Entonces, ¿cuál es la clave para mantener una dieta de éxito o un régimen de ejercicios? Bueno, el primer paso es aprender a replantear conscientemente tu imagen y pensamientos antes de iniciar cualquier programa nuevo. La mayoría de las personas que están lidiando con problemas de peso se están aferrando a algún tipo juicio negativo sobre sí mismos, estén conscientes de ello o no. Esto les impide descubrir el poder que les permitirá cambiar sus vidas. Al cambiar a patrones de pensamiento más positivos, es mucho más fácil dejar de lado la resistencia que nos está impidiendo hacer un cambio en nuestras vidas, y seguir adelante con confianza. A menudo, la mente racional encadena una serie de distorsiones. Por ejemplo, en lugar de simplemente decirse “estoy excedido de peso,” la mente va a generar el pensamiento, “estoy gordo, por lo que nunca voy a tener amigos, encontrar una pareja romántica o un ser amado, y mi peso extra que me hace poco atractivo e indigno.” Incluso, tú tal vez no estés consciente de que estás transformando tus propios juicios de una manera malsana. Incluso cuando empezamos a perder de peso, la mente seguirá con estos pensamientos impuros sobre nosotros mismos, lo que resulta en el sabotaje de nuestros esfuerzos. Yo les recomiendo a mis pacientes que, antes de comenzar una dieta o régimen de ejercicios para bajar de peso, identifiquen los pensamientos y juicios negativos sobre sí mismos los juicios y trabajen en reformularlos. En mi libro, Mente Sabia Mente Abierta describo una técnica de cinco pasos simples y eficaces para ayudar a los lectores a identificar sus creencias malsanas y transformarlas. Por ejemplo, si tú has pensado que nadie te podrá amar, porque tienes sobrepeso, podrías reformular el pensamiento mediante la separación y el aislamiento de esa declaración. Primero pregúntate: “¿Es verdad que nadie me podrá querer?” Si crees que esto es verdad, entonces puedes modificar la declaración y aceptar que a medida que desarrolles una actitud más sana sobre la comida, también podrás aprender a aceptarte y a sentir compasión por ti mismo, incluso cuando no estás en tu peso ideal. En la filosofía Zen, esto es a la vez una manera profunda y simple para aprender a aceptar lo que somos en este momento. Al hacer este trabajo nunca puedes deshacerte totalmente de tus propios juicios negativos. Sin embargo, es posible alterar su calidad, para que no puedan sabotear o bloquear la realización de tus metas. Comer conscientemente significa aprender a alimentar conscientemente los nuestro autoestima. Al reflexionar y entender nuestra resistencia a una dieta saludable empezaremos a desarrollar una mente sabia. Aprenderemos a aceptarnos a nosotros mismos aquí y ahora en lugar de angustiarnos por la disparidad idealizada de dónde estamos ahora y dónde queremos estar en el futuro. Ahora, no estoy sugiriendo que vivir en el momento signifique que está bien que todos vayamos a un restaurante de comida para una comida y despojarnos de la restricción consciente y el control de impulsos. Pero lo que estoy proponiendo es que mientras bajamos de peso, pongamos nuestro mejor esfuerzo para no alimentar a los demonios del pensamiento malsano. Si resbalamos o caemos por debajo de nuestros objetivos de alimentación consciente, es importante no caer en la vieja negatividad del auto-juicio, el auto-desprecio o el auto-odio. Tener conciencia de nuestros hábitos alimenticios requiere que desarrollemos una mente sabia para ver con claridad el hambre emocional y a continuación, ser capaz de reducir la velocidad, esperar, y tomar una serie de respiraciones profundas antes de seguir comiendo una segunda o tercera porción. Tener una mente sabia significa ser inteligente y estar abiertos a la posibilidad de poder identificar lo que estamos sintiendo y pensando justo antes de que tengamos el deseo de comer. Sin embargo, en última instancia la alimentación consciente no se trata tanto de hacer dieta, sino en la búsqueda inteligente de poder aprender a tener más amor propio y aceptación en el juego cósmico de la transformación. La alimentación, dieta, aumento y pérdida de peso son sólo herramientas que nos permiten desarrollar espiritualmente. En el Zen, el símbolo del ser es un monje puliendo una teja; el estudiante le dice al Maestro: “Mi teja está brillante ¿cuándo puedo parar?”. El maestro responde: “Nunca dejamos de pulir nuestra teja porque nuestra meta no es una teja brillante sino un ser consciente e inteligente. El avance pequeño en la pérdida de peso conduce a un aumento más significativo del amor propio, la tolerancia y la comprensión. Esto también se aplica a cualquier cambio que deseamos manifestar en nuestras vidas si se trata de nuestra propia imagen, las relaciones o la carrera. 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