El siguiente mensaje es que dentro nuestro están las claves para lograrlo, y que hay ciertas vías que nos ayudaron como individuos y como civilización a cumplir con este camino. Lo haremos tarde o temprano, la decisión simplemente depende de si lo aceptamos en este tiempo, o lo haremos más adelante…

¿Cómo te describirías?

Matías de Stefano: Soy un colaborador más de los miles que han venido al mundo a ayudar a recordar a los demás que también vinieron a serlo, y se olvidaron. No podemos hacerlo como maestros, ni guías, ni nada, sólo podemos ser compañeros, amigos, que decidimos ayudarnos entre nosotros a recordar el camino que una vez elegimos.

 ¿Qué es el movimiento Harwitum y cuáles son sus objetivos?

Matías de Stefano: Harwitum es un movimiento nació hace más de 10 mil años, con el propósito de conectar la red consciente del planeta para que durante la desconexión por la que transitamos cada miles de años en nuestra galaxia respecto al centro de la misma, no nos desconecte del todo, y la esencia permanezca, para poder continuar en lo que llamamos el nuevo amanecer. El “Camino del Norte al Sur”, o Harwitum, como se denominaba entonces, lo recuperé de mis memorias para retomar la conexión con la red, con cada sitio sagrado de la rejilla magnética planetaria que nos une en este nuevo amanecer galáctico con el centro de la Vía Láctea. Considero que este movimiento es el alma del propósito de traer el cielo a la Tierra, en que las personas se dedican a salir al mundo, a buscar las historias, las respuestas, y conectarlas con las demás, para crear esa fantástica y mágica red de la cual formamos parte, para así realizar juntos ese viaje de transformación del héroe sobre la Tierra, plasmando la unidad de nuestras verdades, y la conexión de nuestras tierras, escuchando a cada territorio como un compañero más, uniéndonos en su transformación, que es la nuestra.

 En el recorrido que vienes realizando por distintos países, ¿cuál es la recepción de las personas que siguen tu mensaje y el de Harwitum?

Matías de Stefano:Durante 2012 visité 40 países reconectando historias y propósitos de las tierras que pisaba, contándoles las historias a las personas, para que las revivan y las vuelvan a sentir como algo propio. Esto llevó muchos de sus habitantes se sintieran reflejados, en sus intuiciones, en sus deseos, en sus sueños, en sus propias verdades, reconociéndolas en el camino, recordando su propio camino en este que era común para todos. Cada sitio al que llegaba, sentía que una parte de mi gran familia humana me recibía con los brazos abiertos, como entre ellos mismos comenzaron a hacerlo con un nuevo sentido.