SOLTARLO TODO

SOLTARLO TODO

Por Marta Campos

Sobre ti recae un gran peso. Lo has estado sosteniendo durante toda tu vida. Has acumulado semejante colección de posesiones, experiencias, responsabilidades… que ahora no encuentras la forma de caminar con ella encima de tus hombros. Parecen todos elementos útiles y necesarios para la vida, quizás ni siquiera te planteas qué sería de ti sin todos ellos, o quizás te crees que sin todo eso no serías nada. Sin embargo, avanzar se vuelve imposible con esas construcciones sobre la cabeza.

Parece que vivir depende de esas cosas que a la vez nos impiden vivir. ¿Cómo lidiar con este sinsentido?

Cada día es más complicado dar un paso manteniendo el equilibrio, cada día es más difícil pensar en otra cosa que no sea impedir que todo se caiga. Dedicas tu vida a sostener, y todavía tratas de construir nuevos castillos por encima de esos que ya doblan tus rodillas, quizás con la esperanza de que uno de esos castillos flote y comiences a volar. Pero he aquí la primera verdad incómoda para salir de tu también incómoda postura: los castillos no flotan. Ninguno. Y los castillos en el aire, paradójicamente, llegan a ser los más pesados.

Ha llegado el momento de que te enfrentes a la obviedad: Si no puedes sostener, tienes que soltar.

Quizás ya ni recuerdes el nombre ni la procedencia de muchos de los pesos con los que cargas, quizás ni siquiera sepas de qué se trata en absoluto, simplemente notas que algo pesa en tu espalda y te impide avanzar. O tal vez el problema es que eres incapaz de reconocer que toda tu vida, tal como la has concebido hasta el momento, es sólo una enorme bola de inutilidades de la que es mejor deshacerse cuanto antes.