CON EL HOGAR POR DENTRO Inútil decirlo: cada cosa a su momento. Casa es la estructura y hogar lo que adentro construimos. No hablo del sofá de diseñador, las porcelanas de la abuela o la remodelación del baño. Porque todas esas cosas materiales que acumulamos y nos dan sentido de hogar en realidad no son más que huellas de lo vivido (o lo que aparentamos vivir). Pero lo importante, lo que en realidad tiene sentido, no está en el salón o el comedor, sino en el corazón del ser humano que las ha disfrutado. A partir de allí, no importa que vengan una o quince mudanzas, esa casa que dejamos atrás se queda con sus paredes y nosotros con lo bailado. En sus estudios sobre los impactos emocionales del emigrante, el psiquiatra Harry Czechowicz ha encontrado que aquellas personas capaces de cambiar su concepto de hogar por una realidad interna más transportables suelen llevar mejor el proceso de adaptación a un país distinto a donde nacieron. “De este modo usted podrá ver su mudanza como la necesidad de un lugar físico” escribe en su libro Inteligencia Migratoria “una casa donde depositar lo que se lleva por dentro, venciendo dificultades, utilizando recursos personales. Eso constituirá su hogar y no el inmueble donde vivirá”. O en otras palabras, el hogar lo llevamos por dentro. No importa donde estemos. Si hay un lugar que vale la pena habitar es esa realidad interna. He visto casas inmensas con ojos tan vacíos que dan vértigo. Y otras del tamaño justo que reverberan de pura vida. También he visto a gente presa en su propia casa, incapaz de mudar su piel. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X Gabi Reginato says: December 29, 2013 at 11:14 am muy lindo…