Cuando un gran número de gente llegan a unificarse con intención más elevada como en la meditación sobre la paz, los potenciales de violencia también se disuelven.

El ADN es también un superconductor orgánico y como todos los superconductores son capaces de almacenar luz y por lo tanto información.

Lo positivo es la fuerza luminosa que va emergiendo de las conciencias individuales alrededor del mundo en pos de la unificación y los proyectos de curación en la Tierra. Somos un equipo de individuos inteligentes que colectivamente están generando una masa crítica de luz y expansión que generará el cambio cuando la energía se eleve más y pueda producir una iluminación colectiva.

REDISEÑA TUS MIEDOS

El miedo debilita

“No hay peor miedo que el que tiene aquella persona que se cierra por miedo a abrirse, se queja que no tiene tiempo y se sumerge en una burbuja de confortabilidad. Hay dos formas de vivir: por miedo (en blanco y negro) o por amor (en colores).”

Hay muchos tipos de miedos. Primeramente debemos saber que energéticamente el miedo es la energía opuesta al amor. El miedo tiene baja vibración y genera reacciones bioquímicas en el cuerpo opuestas a las endorfinas que segrega el amor. Muchas personas están tan desacostumbradas a ser felices y a compartir su riqueza interior y su amor por miedo, entonces construyen muros y problemas imaginarios futuros en el temor a ser heridos. Es algo que puede llegar a suceder pero que no está sucediendo en realidad. Miedo a la muerte, miedo a lo desconocido, miedo al abandono, miedo al cambio, miedo a la enfermedad, miedo a viajar. Al potenciarte espiritualmente, derribas como consecuencia todos los miedos. El miedo es un enemigo aunque muchas veces sirva como alarma para el despertar. El miedo genera ira, enojo, reacciones instintivas y agresivas. Cuanto mayor es el temor mayor es la reacción. Cuando tomamos conciencia que el miedo en realidad es algo que puede llegar a pasar, sacamos a relucir la conciencia viendo qué es lo peor que nos puede llegar a pasar si se cumple aquello que tememos. En definitiva estamos unos años en esta vida y volvemos al origen luego, con lo cual no tenemos que preocuparnos tanto. Vivimos con miedo, se inculca el miedo en la familia, en los colegios, en las religiones, miedo social impuesto por los gobiernos de turno. El miedo es una venda que no deja ver la realidad y la ventana positiva del mundo. Con la misma conciencia podemos elegir qué camino seguir: miedo o amor, oscuridad o luz, dudas o certezas, confianza o desanimo, uno mismo elige. Si arrancas las raíces del miedo, que generalmente es el miedo a la muerte, todos los demás miedos pierden poder. Si tienes la chispa divina, el fuego sagrado que es más fuerte, inconmensurable, infinito y que no está sujeto a ningún temor…¿Para qué temer? ¿Por qué no usar la conciencia que todo lo ve? Apóyate en eso. Siéntelo. La mente genera ilusiones, temores, ansiedades. No están sucediendo, sólo es imaginario. Tú creas tu realidad, recuérdalo. Escucha el corazón, se fiel a tu poder, conecta con el corazón de la vida. Danza. Celebra. Deja que emerja tu poder con total claridad en tu vida. Cuando la energía es puesta en la luz interior, en la fuerza del alma, de la misma manera que al encender un interruptor la oscuridad desaparece, de la misma manera cuando enciendes la luz interior la oscuridad de los miedos se va. La oscuridad es ausencia de luz, y el miedo ausencia de amor y voluntad. ¿Y de qué manera encender la luz interior desde las células a la conciencia? Realizando prácticas energéticas, transformando el desgano en voluntad, dejando que los chakras y la bionergía se eleven, refuercen tu sistema y dejen que la conciencia sea el pilar básico de tu vida. Al estar consciente estás despierto, con miedos en tu mente pasas a estar dormido e inconsciente a la realidad divina.