Levante el escudo protector Spock

Por Karina Milgram

Los seres humanos generamos energías que forman un campo a nuestro alrededor el cual define nuestros límites personales y, al igual que la energía que emite un celular o un microondas, no puede ser percibido a través de nuestros cinco sentidos.

No fue hasta que tomé mis entrenamientos que descubrí y experimenté el papel que juega este campo energético en las relaciones con nosotros mismos y con los demás.

Yo era la típica chica que no podía decir  NO  a nadie porque tenía la creencia de que era grosero e incorrecto negarme a cualquier petición de ayuda. Aunque me sentía que estaba siendo útil, no crean que eso me hacía completamente feliz, es más,  muchas veces me sentía abusada y resentida. No fue hasta que entré en la escuela de Bárbara Brennan, y luego en los entrenamientos de Constelaciones Familiares, que descubrí  que decir “no puedo” cuando me encontraba ocupada o cansada era síntoma de poseer límites personales saludables. Asimismo aprendí que poseemos un campo energético alrededor de nuestro cuerpo que es capaz de servir como una  barrera invisible para evitar que los demás se acerquen por miedo a que nos hagan daño. También comprendí cómo podemos llegar, inconscientemente y por falta de valoración propia, a disolver esas barreras y permitir que otros atraviesen nuestro espacio personal, nos controlen, afecten nuestro estado de ánimo y abusen de nosotros.

¿Se acuerdan del programa de televisión o de las películas de Viaje a las Estrellas cuando el capitán Kirk le pide a Spock “levante el escudo protector Spock”? Bueno eso es lo que hacemos nosotros energéticamente cuando estamos a la defensiva, o sentimos que necesitamos protegernos.

La mayoría de las personas tienen la creencia de que el cuerpo es aquello que los define y los diferencia de los demás, pero entonces, ¿cómo es que en ocasiones si alguien desconocido se nos acerca nos sentimos incómodos, invadidos o amenazados? Esto es porque en realidad estamos rodeados por un campo energético invisible, parecido a un campo magnético, que en realidad delimita nuestro espacio personal, y cuando una energía desconocida penetra nuestro espacio sentimos cómo se perturba nuestra energía.