La tierra de la magiaPor Ernesto Damian Chiapella Once Años llevaba ya en Mi Viaje hacia la Creación mas Grande a la cual es posible Aspirar en este Plano: la Creación de la Propia Realidad.

Desde el Inicio mismo, gracias a la gran Eficacia de mi Maestro, había logrado Detectar cual es “el problema” que se manifiesta en todo lo que hago y que cuando no tenía conciencia de la actuación del mismo, no cesaba de cerrarme todas las puertas.

La gran “buena nueva” que significa comprender que en cada uno hay un solo problema que cada uno de nosotros actuamos sin darnos siquiera por enterados, solo pasa a serlo cuando nos enteramos de cual es, en cada caso, ese problema que toma tantas formas diferentes pero que tiene una misma y única raíz cuyas ramas no son mas que la parte manifiesta de esa raíz que desde lo oculto las determina y les da forma.

El Maravilloso Camino emprendido no solo permite detectar cual es en cada caso ese problema y detectar las infinitas formas que toma, si no que con gran Sabiduría nos permite también usar esa fuerza que nunca cesa de manifestarse. Para lo cual tendremos que asegurarnos primero detectar y bloquear que ingrese “eso” para entonces hacer posible utilizar esa inagotable fuente de energía direccionándola hacia lo que cada uno Deseamos Realizar.

Recuerdo la fría mañana de invierno en Italia cuando “al Encontrarme” con el Maestro, me realizó una Pregunta que despertó y dio calor a mi Alma aun dormida: ¿cual es el lugar estratégico donde tu yo “esta ocultándote” aun una de las más grandes ramas que provienen de la raíz, de esa falla que no cesas de actuar?

Ya había visto y comprendido gracias a las pacientes y precisas Orientaciones de mi Maestro que en mi caso “el problema” es generar automáticamente en las situaciones dos polos de los cuales anulo –sin darme por enterado tampoco de eso- uno de los polos. El polo anulado termina indefectiblemente por anular también el otro polo en juego.