Nadie puede hacernos infelices a menos que resolvamos serlo.  No hay circunstancias externas, ninguna situación puede hacernos infelices a menos que estemos de acuerdo en ser infelices, a menos que firmemos el contrato para ser infeliz.

Existe un contrato para ser infeliz. Hay una oferta y hay una aceptación. Es entonces que se convierte en un contrato. Alguien nos puede hacer una oferta, pero si la rechazamos, no hay contrato. Depende de nosotros cómo reaccionamos a cualquier situación negativa. Hasta que firmamos, no hay contrato. No nos puede unir. Somos libres. Tenemos que estar seguros de que entendemos los términos del acuerdo. Tómate el tiempo para estar seguro. No firmes hasta que sepas que lo que estás firmando va a manifestar la felicidad de tu espíritu y no un material de unión transitorio de la supuesta felicidad. Firma solamente cuando firmes con plena conciencia de que vas a firmar un contrato para ser feliz, sabiendo que estás realmente actuando en nombre de tu espíritu.

Contempla profundamente lo que acabas de leer. Date cuenta de la verdad. La comprensión es importante. Entendiendo que triunfar sobre el conflicto y la confusión es primordial. Puedes renunciar a cualquier resentimiento o pensamiento negativo al que se aferra tu mente en el instante en que entiendes que el tiempo para corregir la situación es aquí y ahora. Resuelve renunciar a enfocarte en los contratos negativas del pasado. Relájate. Tú has firmado un nuevo contrato para ser realmente feliz.

Las actitudes pueden cambiar. Una vez que cambiamos estas actitudes hacia la vida, una vez que se cambia la visión en nuestros lentes, nuestro mundo cambia completamente. Cuando esto sucede no saltamos a cambiar el mundo, no nos peleamos con la persona que no está siendo justa con nosotros, no tratamos de solucionar los problemas de los demás, no tratamos de cuidar las cosas externas, pero sí nos encontramos en el fondo de nosotros mismos para hacer la corrección interna de los lentes que usamos para percibir el mundo. Tomamos una decisión consciente y conscientemente firmamos un contrato para ser feliz. Ha llegado el momento para una verdadera celebración. Celebra con el Universo en su danza interminable de la vida y ٟ¡sé feliz!