La comunicación feliz es el camino a seguir Cuando continúas el proceso de la comunicación feliz, es más fácil poder evaluar con claridad lo que está pasando y por lo tanto, comprender lo que realmente está afectando a los comportamientos y condiciones que crean la situación que no está trayendo alegría. Es importante diferenciar el dolor del pasado, del futuro, o de las expectativas del futuro y seguir siendo un observador. Esto significa abandonar la crítica, el juicio, las provocaciones sutiles y sarcásticas, y la culpa, causar dolor, o cualquiera que sea el mecanismo donde tú, el observador, se convierte en puro dolor. Cuando estés en este espacio de observación, toma nota de cómo te sientes. Nota cómo se siente estar libre de proyecciones y simplemente discernir la situación desde un espacio consciente. El discernimiento no viene de los sentimientos, sino de compasión y amor que te abrazan y se expanden sin importar la situación. Desde este espacio podemos crear pensamientos que se vuelven más inteligentes y seremos más capaces de expresar nuestras comunicaciones más profundas con más amor, compasión, alegría y bondad. Conectate con esta profundidad de conciencia en tu comunicación y con confianza. Comprende profundamente que todas tus necesidades serán satisfechas desde este espacio en relación a lo que está sucediendo y cómo te sientes. Expresa lo que quieres desde esta profundidad en lugar de lo que no quieres. Afirma de manera positiva que lo que quieres es una realidad en la que confías y sabes que es posible en vez de afirmar los bloques y las proyecciones dentro de ti o en otras personas de las que se nutre la confrontación. Asegúrate de que tus afirmaciones no sean exigencias, ya sea crudas o sutiles. Asegúrate de no crear un sentimiento de culpa, miedo, vergüenza, o inseguridad, sino que tus afirmaciones creen un espacio de acogimiento abierto que te permita a ti y a los demás a sentir la alegría de esta comunicación. Asegúrate de que tu comunicación de en lugar de tomar. Dar sólo proviene de un espacio de abundancia y de conciencia. Parte de dar es ser capaz de escuchar. Darte el don de escucharte a ti mismo es darte las oportunidades que sólo vienen cuando somos capaces de oír la sabiduría, no sólo dentro de nosotros mismos, sino en todo lo que nos rodea y que nos está ayudando a crecer en este sentido de unidad y alegría. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X