Si nos fijamos en la diferencia de las palabras utilizadas para el Creador, nos encontraremos con que nos dejan con dos sentimientos muy diferentes. La palabra “DIOS” se separa del mundo físico, mientras que la palabra “ABUELO” nos lleva a la idea de la familia. La diferencia en estas dos palabras es como la diferencia entre el día y la noche.

Hoy en día, hay algunos sistemas de creencias que se encuentran entre estos dos. Muchos se centran en el amor y la compasión, que se acerca más a la idea de que todos somos familia. Las civilizaciones indígenas tratan a los animales, los pájaros y a la tierra con respeto, y los ven como parte del ciclo de la vida.

Muchos de nosotros estamos fragmentados en nuestras creencias, y nos centramos en una sola parte. Esto es evidente cuando vemos todas las causas a las que nos suscribimos en nuestras vidas, por ejemplo los derechos de los animales o uniéndonos a programas como las madres contra la conducción en estado de embriaguez.

Nuestras prácticas cotidianas son nuestras creencias. La adicción es un sistema de creencias. Se puede estar solo o con otra religión o creencias. Esto demuestra lo que verdaderamente creemos sobre nosotros mismos. Nuestras vidas son un diccionario andante de lo que somos, lo creamos o no. Es la forma en que otras personas nos ven. Somos nosotros. Muestra nuestras propias verdades al mundo.

Muchos están buscando la verdad. Tal vez la verdad consiste en todas las ideas espirituales y religiosos juntas. Tal vez todos somos parte de la verdad. Lo que hacemos y decimos en el mundo es un reflejo de nuestras creencias.

Karen Ulvestad es una profesional de Reiki, intuitiva, escritora y fotógrafa profesional. A través del proceso de aprendizaje, ha llegado a la conclusión de que todas las cosas están relacionadas. Se esfuerza por venir de un lugar de equilibrio, paz y tranquilidad.