Enciende tu inspiración Por Carl Studna Por desgracia, vivimos en una cultura que no pone una gran prioridad en cómo hacemos y tomamos nuestras elecciones y decisiones desde un ámbito inspirado y apasionado. No es de extrañar que tantas personas se sienten perdidas, confundidas o deprimidas en su vida cotidiana, sintiendo que tienen que conformarse con lo que consideran necesario para sobrevivir o ser un éxito. Nuestras vidas tienen el propósito de ser más que mediocres; estamos aquí para escuchar, confiar, y permitir que nuestros dones y contribuciones únicos brillen completamente. Hay un despertar profundo que está ocurriendo a nuestro alrededor, y estamos presenciando más y más personas que se sienten llamadas a hacer la diferencia y tener acceso a sus contribuciones únicas. Cuando piensas en la vida durante la década de 1950, puedes ver como ésta sirve como un claro ejemplo de la forma radical en que la sociedad de ese momento eligió un camino muy angosto de posibilidades. Los papeles estaban claramente definidos y muy pocos se arriesgaban a actuar fuera de las reglas sociales de la época. Pocos arriesgaron el desafío a la autoridad ya que eras visto como un paria social si no vivías dentro de los límites de lo que se consideraba aceptable. Luego vinieron los años 1960 y empezamos a cuestionar las estructuras tradicionales, abriendo un espacio para una mayor libertad para tomar decisiones a partir de lo que somos, en vez de lo que debemos ser. Surgieron grandes pasiones, visiones e ideales en esta década. Afortunadamente, cuando era un adolescente en la década de 1970, abracé esta nueva frontera de posibilidades infinitas y he empoderado esta elección de vivir fuera de la caja a lo largo de mi vida adulta. A pesar de que en ese tiempo se abrieron las puertas de la posibilidad y se presentaron como una época de grandes promesas, muchos han optado por seguir el camino que parece llevar a la mayor seguridad y han sofocado su chispa interna. Tenemos la libertad de seguir nuestros sueños, aunque parece como si los demás no entienden o apoyan nuestras decisiones. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X