el-poder-de-la-intencionPor Chessie Roberts

Hay dos tipos de intenciones: la pasiva y la poderosa. Las intenciones pasivas son las que abren el camino a las regiones inferiores de la historia y la canción. Las poderosas son las que se hicieron con una mente pensante consciente. Las intenciones pasivas son las realizadas para cubrir una tarea olvidada o para ocultar una mentira. Las poderosas son las realizados con el fin manifestar activamente algo que realmente deseas y este es el tipo de intención de la que quiero hablar.

Hacer una intención poderosa es participar en un ejercicio interactivo. Es un pensamiento consciente, una acción positiva y dejar ir algo en especifico. La participación aquí requiere que seas consciente de lo que realmente quieres lograr. Necesitas saber exactamente cómo se ve y cómo se siente para que lo puedas reconocer cuando lo veas. Si no tienes una idea clara en tu mente, tu objetivo puede pasar por to lado sin que te des cuenta.

Es necesaria una acción positiva para conseguir que vayas en la dirección correcta. No puedes esperar que tu sueño simplemente caiga en tu regazo, las hadas de la manifestación no funcionan de esa manera. La mayoría, si no todas las manifestaciones, que parecen darse sin esfuerzo tienen mucha acción constante, enfocada y positiva detrás de ellas. Es necesario seguir este camino si quieres llegar a tu meta. Acción con intención es positiva y propositiva y siempre en consonancia con tu objetivo. Debes ser consciente en todo momento acerca de si el siguiente paso en tu camino sirve a tu objetivo o no. Si lo hace, entonces utilízalo, si no, déjalo pasar. Tu enfoque es el punto de lo que te debe motivar.

Dejar las cosas ir con intención es el acto de no estar invertido emocionalmente en el resultado. Es tu capacidad de desear las cosas lo suficiente como para hacer los dos primeros pasos y aún así ser capaz de confiar y permitir que el Universo va a hacer su trabajo. Confiar y permitir son cosas extrañas. Al renunciar a todo control (permitir) al Universo, a fin de que pueda manifestarse el objeto de tu deseo (confiar) eres libre. Completamente libre para seguir disfrutando de tu viaje por la manifestación intencional.