Estas llamadas que nos “despiertan”, obviamente les llegan a aquellos a quien les pasan directamente, pero también ocurren en beneficio de todos los que, de alguna manera, fueron testigos o tuvieron conocimiento de los incidentes. Irónicamente, los que dicen: “Sí, ya lo sé” son casi siempre los que insisten en aprenderse la lección y recibir sus dones sólo después de que la tragedia ha golpeado a su propia vida, en lugar de hacerlo indirectamente a través de las experiencias de los demás.

¿Significa eso que debes vivir con miedo? No, significa lo contrario. Vive con pasión. Reclama y aprovecha cada momento y promete que nunca evitarás la oportunidad de decirle a alguien que lo amas y que te importa. Eso es “vivir el momento”. Por desgracia, muchas mentes se consumen por tales pensamientos putrefactos como, “¿Cuándo voy a ascender? ¿Cuándo voy a hacer la obra de mi vida? ¿En qué nivel estoy? Yo estoy en el duodécimo armónico de la tercera octava, dos veces los domingos.”¿Qué significa eso? ¿Alguien puede decirme? ¿En verdad importa?

Lo que importa es cuanto quieres a la persona que está sentada a tu lado en estos momentos. Eso es lo que importa. ¿Tomas un verdadero interés en la vida de aquellos que te están sirviendo? ¿O es que las “gracias” salen de tu boca como los granos de sal saliendo del salero?  Siempre tomate el tiempo para mirar profundamente en los ojos de alguien que te ha servido para expresar sinceramente tu gratitud y amor. ¿Por qué no le preguntas si está cómodo? Pregúntales si hay algo que puedes hacer para él. Disfruta al hacerlo. Sorprende a la gente. Haz algo por alguien que no lo esperaba. Ahí es donde y cuando la magia de la vida realmente comienza a suceder.

La vida no se trata de saberlo todo o de saber todas las cosas correctas que debes decir. Se trata de llenar cada momento con pasión, aventura, amor y alegría. Mira dentro de tu corazón. El corazón sabe todo acerca de todo, todo el tiempo. “Cristismo” significa elegir lo que sirve al mayor bien para el mayor número de personas en un momento dado. Combina esto con el principio de “vivir cada momento como el último” y experimentarás las alturas de intimidad y éxtasis en comunión con todos los que conoces, todos los días de tu vida.