Una vez que hemos dejado ir expectativas, modelos, teorías y técnicas de meditación, el siguiente paso es sentarse. No, espere, también se puede hacer de pie, o tumbado, o en movimiento…. entonces es cerrar los ojos. No, tampoco. Los puede mantener abiertos. Vaya, cuando a uno le quitan las limitaciones se queda un poco perdido, sin saber qué hacer, ¿verdad? Mejor vamos a ver qué es lo que tratamos de conseguir, y vemos como otras personas lo hacen, para que cada uno encuentre su propio camino.

El objetivo de la meditación es conectarnos con ese centro de paz y armonía que se encuentra en nuestro corazón. Ese centro está ahí como el sol al medio día, tanto si lo vemos como si no. A veces simplemente entra por la ventana y lo vemos de forma espontánea, otras veces tenemos que salir a la calle porque el edificio no nos deja verlo, o salir de la ciudad, o incluso volar en un avión por encima de la tormenta. Pero está ahí. Una vez ahí no hay fuegos artificiales, ni voces ni colores. Nada ocurre excepto que hay paz. Es como ir al centro de un huracán. No hay nada excepto la ausencia de caos. Es un lugar donde simplemente somos.

Ese punto es nuestro centro, nuestra esencia, nuestra herencia divina. Se puede llegar a él de forma espontánea, en momentos de dicha, o se puede llegar de manera activa.

A algunos les basta con relajarse físicamente para poder llegar ahí. Por ello muchas meditaciones empiezan con ejercicios para llegar a una profunda relajación física. Otros necesitan aquietar su mente, por lo que muchas escuelas de meditación hacen hincapié en el control de los pensamientos. Otros prefieren seguir una rígida estructura para tener algo en qué centrarse que les ayude a llegar a su objetivo. Por eso para cada uno hay una manera de llegar a ese punto que no es necesariamente válida para otros. Los hay que practican el sexo tántrico. Los hay que se centran en el arte (pintura, escultura, música…). Otros bailan, cantan, se ríen, se mueven sin control. Los hay que están inmóviles como estatuas. Los que recitan mantras o los que se centran en una idea o pensamiento semilla.