Tu pasión por ayudar a la humanidad es evidente.  ¿Hubo una experiencia específica que te hizo darte cuenta de esta pasión?

Más que una experiencia específica ha sido una experiencia vital o una cata del inicio de mi experiencia vital, contando que aún no he cumplido los 28 años de edad.

Mi vida, desde niña, fue marcada por la incomprensión, los malos tratos, las vejaciones y manipulaciones, etc. Desde el nido familiar, hasta el colegio, mi primera relación sentimental, todo siguió esa tendencia que no hizo más que agravar mi ensimismamiento, así  como la falta de autoestima y seguridad. Afortunadamente, puedo decir que mi padre y mis abuelos hicieron lo mejor que supieron para darme unos valores y todo lo más desagradable que estoy contando fue trasmutado y utilizado para nutrir mi fortaleza actual.

Al iniciar mi formación en Coaching tuve la oportunidad de estar en contacto con grandes profesionales de la psiquiatría, la psicología y la psicopedagogía que me invitaron a indagar y estudiar más sobre mí, hasta que llegamos a encontrar etiquetas que llevaban las palabras Autismo y Asperger y que dotaron de gran comprensión mi existencia. Estas etiquetas no representan ningún tipo de límite para mí pues llevo una vida totalmente funcional aunque reconozco que esa comprensión ha colaborado a mejorar mi calidad de vida, a aceptarme y entender mucho mejor el entorno y mi relación con el mismo. Además, mi futuro marido, Joel, así como mis gatitas, los caballos, la naturaleza… colaboran en gran medida e incondicionalmente en mi propio desarrollo y mi pasión por ellos es tan grande como la pasión por lo que me dan, que es lo que deseo pueda tener todo el mundo.

Todo eso me lleva a repasar poco más de 27 años anhelando ayudar a aquellas personas que, por no saber o no poder hacerlo mejor, me herían. También ansiaba ayudarme a mí misma para ser como los demás, para no sufrir, para entender qué y cómo sentía el entorno en el que nunca llegué a integrarme. Quería dominar la mente para evitar somatizaciones propias o de la gente cercana a mí, prevenir enfermedades llevando hábitos más saludables, atender las necesidades físicas y emocionales de los más mayores, como mis abuelos…