El punto de conexión de todo esto, y para el gran trino, es la luna capricorniana: prudente, práctica, enfocada en el resultado. La posición de la luna, entre dos de los puntos del gran trino, lo transforma en un bucle sin fin de energía a un papalote. De hecho, puedes ver a la luna como la cuerda del papalote. Su ubicación en tu carta natal muestra donde puedes estabilizar las corrientes que te están barriendo de un lado a otro.

Otra forma de ver esta formación nos lleva a la misma conclusión. ¿Quién está a cargo? Vamos a jugar a seguir al líder. La luna está a cargo del sol, ya que está en el signo que rige la luna: Cáncer. La luna responde a Saturno, regente de su actual signo de Capricornio. (Ella responde muy bien y lo mismo ocurre con el Sol, por extensión, debido a que ambos están haciendo vínculos armoniosos con el capataz arquetípico.)

¿Y quién responde Saturno? Porque está en Escorpio, éste sería Plutón, el cual está en Capricornio, el cual está regido por Saturno,  que está en el signo regido por Plutón, qué está …

El fin de este ir y venir es: los dos están a cargo de esta luna llena. Están en recepción mutua, lo que significa que cada uno está en el signo del otro, y cada uno resuena con lo que está pasando con el otro. (Están viajando en un sextil cercano,  un enlace compatible que engrasa su cooperación.) Añade a esto que el sol y la luna se están moviendo en aspecto con Saturno y Plutón.

El resultado es una fuerte vibra  de “convertirlo en realidad”. Esta luna llena está trayendo situaciones desde el ámbito de lo intangible a la forma física. Algunos de los beneficios llegarán pronto y otros no, pero eso no quiere decir que no llegarán. ¿Ves un brote y reaccionas con impaciencia y decepción de que aun no es la verdura que sabes que va a ser meses después? (No, en un día sano, no lo harías.) Mira a tu alrededor. ¿Qué está tomando forma? ¿Qué está muriendo? ¿Qué tomará más recursos para seguir creciendo de lo que quieres invertir?