Con tanta información contradictoria que nos enfrentamos a diario a lo largo de nuestra vida, nuestra naturaleza espiritual y lo que realmente creemos pueden ser difíciles de precisar. Cada religión tiene sus propios puntos de vista acerca de lo que debe o no debe ser creído, o cómo se debe o no debe actuar y comportarse. Pero tenemos que recordar que la religión no es más que un vehículo que subyace a todo esto, y con el fin de crecer espiritualmente debemos encontrar nuestro propio camino hacia lo que podemos aceptar y creer en última instancia, independientemente de nuestra religión (o falta de ella).

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