¡Reinvéntate! Por Lic. Alexandra mas, LMFT, CHt ¿Cuantas veces pensamos en una persona y aparece? “Te tenia en la mente”, decimos, o “te llamé con el pensamiento”. La mente tiene poder, pero una mente indisciplinada es el caldo de cultivo de la locura. Pasamos la vida distraídos en actividad secundaria… ahora es la economía, “la enfermedad del mes” o el escándalo de no sé quién. Vivimos obsesionados con la vida de “los ricos y famosos”… ¡Enfócate en tu vida! ¿Que te importa en que anda otro? Ocúpate de tu vida… Tienes tanto poder ¡y tanto por hacer! Califica bien la energía con tus palabras, para que cada día dispongas de más (energía). Cuando alguien venga a pedirte tu opinión sobre algún “torpedo” para desarmonizar tus emociones y robarte la energía, aprende a decir: “No tengo ninguna opinión sobre lo que no añade dinero a mi bolsillo, ni felicidad a mi corazón, ni tranquilidad a mi mente, ni salud a mi cuerpo… ¡no se, ni me importa!” Si no hay enemigo dentro, ningún enemigo exterior nos puede dañar. La tarea es morir a quien eres hoy por aquel en el que te puedes transformar; nacer de nuevo. El renacimiento no es “entregarse” a determinada religión, es Transformarse. Porque no obtienes de la vida lo que quieres, sino lo que eres. Tus finanzas, tu casa, tus relaciones; todo lo que produces, es un reflejo de ti. “Por sus frutos los conoceréis”. ¡Reinvéntate! Escribe tus metas, y asegúrate de alcanzarlas en un plazo predeterminado. Acaba con las excusas, para que se empiecen a manifestar los resultados que ansías. Ánclate espiritualmente y no sigas tomando mas cursos o leyendo mas libros hasta poner en práctica lo “aprendido”. Si lo sabes lo manifiestas; si no se ve todavía… es una tarea pendiente. Vivimos en un mundo de demostración. El riesgo también es necesario. No puedes crecer si no te arriesgas porque tras ese umbral esta tu potencial. Hasta que lo hagas no vas hacer feliz… y si no vas a ser feliz, entonces ¡estas perdiendo el tiempo! Hay que estar dispuesto a hacer algo diferente. No nos conformemos y abandonemos la zona de confort, que es “lo malo conocido”. Pero sepamos que vamos a ser probados a fuego, porque sin prueba no hay testimonio. Comparte esto: Click to share on Facebook (Opens in new window) Facebook Click to share on X (Opens in new window) X