Más allá del Tao Te Ching

Los sentidos físicos perciben un mundo dividido en formas separadas, pero la física cuántica nos dice que sólo hay un ser interconectado e indivisible. En otras palabras, nada existe fuera de esta “relación”. Cuando señala el sabio, no hay nada malo y nada es correcto porque la Divinidad es todo, y todo es Divino.

Wen-tzu: La mente es el amo de la forma; el espíritu es la joya de la mente… El espíritu es donde se reúne el conocimiento; cuando el espíritu está claro, el conocimiento es iluminado. El conocimiento es la sede del corazón; cuando el conocimiento es objetivo, el corazón está anivelado… los sabios utilizan el interior para hacer agradable el exterior, y no utilizan lo externo para hacer que el interior sea agradable… Al ver la evolución de los acontecimientos, [los sabios] se mantienen apegados a la Fuente. Su atención está enfocada internamente… Ellos toman el Camino como su guía; cuando hay oposición permanecen vacíos y abiertos, claros y tranquilos.

No hace mucho tiempo, se creía que todo pensamiento originaba en, y se limitaba a, el cerebro. Pero como los sabios siempre han entendido, el corazón tiene una inteligencia mayor. Los estudios y las investigaciones están ahora respaldando ese concepto. La cosa más importante que los sabios revelan sobre el corazón es que sirve como una conexión directa con la Mente Única, la conciencia que impregna todo lo que es. Como lo señala Wen-tzu, todos tenemos la opción de centrar nuestra atención en lo externo o lo interno, con resultados muy diferentes.

Si las palabras que se encuentran en el Wen-tzu son las de Lao-tzu o las enseñanzas del maestro Wen, demuestran un conocimiento que proviene de la experiencia directa y personal de la Fuente. Estas palabras pueden ayudarnos a comprender que hay algo en la fundación del universo que da y sostiene toda la vida. Pero ¿por qué limitarnos a las palabras? Los antiguos maestros que escribieron estas palabras las escribieron para que tú también quieras ir más allá de las palabras a la experiencia de lo divino; para que sepas que tú también podrías ir directamente a la Fuente a través del corazón.