La creatividad no es siempre una “cosa”

A veces nos quedamos atrapados en la creencia de que la creatividad implica que debe de haber una “cosa” tangible al final del proceso. Después de todo, los artistas producen obras, los actores producen una obra de teatro, y los escritores producen libros y artículos.

Pero tal pensamiento no siempre es cierto.

A veces, es nuestra forma de vivir que se convierte en la expresión de nuestra creatividad. Puede que no tengamos una cosa en particular que creamos, en cambio, hemos conseguido crear una realidad global que nos permite vivir nuestros sueños. Tal vez la “creatividad” es representada por la forma en que hemos tomado cuatro diferentes pasatiempos favoritos –en ninguno de los cuales, posiblemente, podríamos ganarnos la vida- y los hemos parcheado juntos de tal manera que, básicamente, “jugamos con nuestras aficiones” para ganarnos la vida.

Y si eso no es creativo, ¿qué es?

PAS y el miedo a la creatividad

Puede sonar extraño, pero a veces realmente desarrollamos temores sobre nuestras expresiones creativas. Las personas altamente sensibles pueden ser cautas por naturaleza, y aprendemos “profundamente” de nuestras experiencias, sobre todo cuando son negativas.

Posiblemente estamos retrasando nuestro ser creativo (¡incluso a los 50 años!) porque una maestra de escuela una vez nos dijo que “no teníamos talento.” Tal vez nos sentimos frenados por  una cultura familiar en la que nos decían que los artistas eran “copos y perdedores”, y seguimos preocupándonos de que vamos a ser juzgados como tales.

A veces, el temor más grande es entrar en nuestro propio poder.

¿Cómo es eso?

Nuestras expresiones creativas en general, representan lo más cerca que puede llegar a manifestarse hacia el exterior nuestros seres auténticos, en un sentido público. Ya se trate de arte, la música, la escritura, o incluso vivir, nos invertimos totalmente en esa expresión creativa -se convierte en la verdadera representación de nosotros, como seres. Naturalmente, no seríamos humano si la idea “Pero ¿qué pasa si alguien me/lo juzga negativamente?” no cruzara por nuestras mentes. Y como somos muy sensibles, tales críticas pueden sentirse especialmente devastadoras. Así que optamos por evitar ese dolor al simplemente “no expresarnos”.