Los mayas, hace siglos, dejaron importantes conocimientos y profecías, pero la mayoría no ha escuchado este crucial mensaje, mientras que 38.000 códices fueron quemados por la Iglesia cristiana, a manos del fraile Diego de Landa. Tampoco se les siguió prestando atención a los egipcios antiguos, a la enseñanza atlante ni a los indios de Australia y de América.

La séptima profecía maya nos habla del momento en que el sistema solar, en su giro cíclico, sale de la noche galáctica para entrar en el amanecer. Esta profecía vaticina que, en los 13 años que van desde 1999 al 2012, la luz emitida desde el centro de la galaxia sincronizará a todos los seres vivos y les permitirá acceder voluntariamente a una transformación interna que produce nuevas realidades. Menciona que todos los seres humanos tendrán la oportunidad de cambiar y romper sus bloqueos, recibiendo un nuevo sentido, la comunicación a través del pensamiento; los hombres que voluntariamente encuentren su estado de paz interior, elevando su energía vital, llevando su frecuencia de vibración interior del miedo hacia el amor, podrán captar y expresarse a través del pensamiento y con él florecerá el nuevo sentido.

La energía adicional del rayo es transmitida por el Hunab-Kú, considerado por los mayas como el centro consciente de la galaxia, a unos 28.000 años luz de nuestro sistema solar. Desde dicho centro-conciencia superior se activará el código genético, nuestro adn, para revelar el origen divino en los hombres y mujeres que estén en una frecuencia de vibración alta. Este sentido interno ampliará la conciencia de todos los seres, generando una nueva realidad individual, colectiva y universal. Una de las transformaciones más grandes a nivel planetario, pues todos los seres conectados entre sí como una unidad, un todo, darán nacimiento a un nuevo ser en el universo. La reintegración de las conciencias individuales de millones de seres humanos despertará una nueva conciencia en la que todos comprenderíamos que somos parte de un mismo organismo gigantesco.

Los mayas también predijeron que se despertaría la capacidad de leer el pensamiento entre los seres. Esto revolucionaría totalmente la civilización, desaparecerían todos los límites, terminaría la mentira para siempre porque nadie podría ocultar nada, y comenzaría una época de transparencia y de luz que no podrá ser opacada por ninguna violencia o emoción negativa. También anunciaron que desaparecerán las leyes y los controles externos como la policía y el ejército, pues cada ser se haría responsable de sus actos, no habría que implementar ningún derecho o deber por la fuerza. Se implementarían tecnologías para manejar la luz y la energía (como los antiguos atlantes) y con ellas se transformaría la materia, produciendo de manera sencilla todo lo necesario. Por ello, se daría una eliminación del miedo y de las enfermedades, al vibrar con otra energía. Así se prolongaría la vida de los hombres. La nueva era sería un comienzo de vida luminosa y armónica con las leyes del universo.