Las Jerarquías Superiores procedentes de planetas muchísimo más antiguos que el nuestro, le asignaron tareas y objetivos a otras inteligencias de alta evolución, venían de una estrella que es parte de un gran sistema estelar. Entre ellos había quienes tenían diversidad de funciones: unos eran creadores, otros diseñadores de universos ¡sorprendente! pero así es, otros guías para seres aun no bien formados conciencialmente. Fueron ellos los que comenzaron con el proceso de enseñar la conciencia, crearon seres de paz.

Pero no fueron los únicos, también había que hacer próspera la Tierra. Entonces asignaron a otros grupos otros objetivos: enseñanzas sobre el desarrollo de la agricultura, sobre el uso de la energías para sanación, sistemas numerológicos y de escritura, conocimientos astronómicos, sobre las leyes de la armonía. Esas inteligencias regresaban a su espacio en el cosmo y al regresar, observaban la evolución de a quienes habían instruido. A su retorno a la Tierra encontraban seres conscientes,  capaces de interpretar con sencillez sus enseñanzas.

En uno de esos regresos, observaron que el hombre había comenzado  a pelear. Simplemente, de unas estrellas batalladoras habían llegado grupos diferentes que veían el desarrollo armonioso del planeta y su humanidad, fueron los que nos enseñaron la guerra. Y la enseñanza que recibimos fue modificada por el hombre,  y otra parte fue conservada.

De ese momento al actual han transcurrido siglos de siglos de siglos y aun nos cuesta comprender que, aquel planeta de luz que fue creado, se ha convertido en un espacio donde el poder es la base de la lucha. ¿Vamos a seguir permitiéndolo o regresar a la toma de conciencia?

Esta historia que les relato  y que tiene visos de fantasía es absolutamente cierta, tanto como nuestra decisión individual de decidir qué camino tomaremos para el futuro, si aquella en la que fuimos originalmente enseñados o la de quienes en segundo término pretendieron iniciar su violento camino.

Reflexionemos, regresar al pasado sólo nos traerá beneficios. Mantengámonos dispuestos a recibirlos de aquellos que iniciaron la vida en nuestro Planeta, agradecidos de tu servicio y abiertos a multiplicarlos.

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